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999 • TU CUERDA |
Miércoles, 12 de enero de 2005 |
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Cuentan que un andinista, desesperado
por conquistar una gran montaña, inició su travesía después de años
de preparación. Quería la gloria para él solo y por lo tanto escaló
sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más
tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió continuar
ascendiendo hasta llegar a la cima. Obscureció, la noche cayó con
pesadez en la altura de la montaña, y ya no pudo ver
nada. Todo era
negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban
cubiertas por densas nubes.
Subiendo por un acantilado, y a tan sólo
cien metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires.
Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas
cada vez más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la
terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía
cayendo... y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente,
todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida, pensó que
moriría... pero de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo
partió en dos... ¡Sí!... Como todo escalador experimentado, había
clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima cuerda
de soga que
lo amarraba de la cintura. En ese momento, suspendido por los
aires, no le quedó más que gritar: De repente una voz grave y profunda
le contestó desde los cielos: Hubo un momento de silencio y de quietud... pero el hombre se aferró más a su temor y por consiguiente más y más a su cuerda... Reporta el equipo de rescate que han encontrado muerto congelado, a un andinista tomado fuertemente con sus manos de una cuerda que lo sostenía a tan sólo dos metros del suelo... ¿Quién o qué es tu cuerda? |
DP |