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610 • LA OTRA MEJILLA |
Viernes, 12 de setiembre de 2003 |
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Existía un monasterio en lo alto de la montaña.
Sus monjes, pobres y muy piadosos, vivían del esforzado trabajo rural que
realizaban y fundamentalmente de las limosnas que les dejaban los fieles
curiosos cuando se acercaban a conocer los Tres Rollos, unos viejos papiros
únicos en el mundo con fama universal de importantes y profundos que se
conservaban en una vitrina. En cierta
oportunidad un ladrón robó dos rollos y fugó por la ladera. Los monjes
avisaron con rapidez al abad. El superior, como un rayo, buscó la parte que
había quedado y con todas sus fuerzas corrió tras el agresor y lo alcanzó: Los monjes no llegaron a comprender la actitud del abad. Estimaron que había estado flojo con el rapaz, y que era el monasterio el que había perdido. Pero guardaron silencio, y todos dieron por terminado el episodio. Cuenta la historia que a la semana, el ladrón
regresó y pidió hablar con el abad: Nunca ese hombre, había sentido la grandeza del perdón, la presencia de la generosidad excelente. El abad recuperó los tres manuscritos para beneficio del monasterio, ahora mucho más concurrido por la leyenda del robo y del resarcimiento. Y además consiguió un monje trabajador y de una honestidad a toda prueba. Moraleja: | |
Colaboración Flia Stern |