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1246 • NEGROPONTE Y LA PC DE $ 300

 

Viernes, 23 de diciembre de 2005

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Aquí se inventa el futuro, o buena parte. Es el Media Lab, el Laboratorio de Medios que depende del MIT, el Instituto de Tecnología de Massachussets. Uno de sus cofundadores y uno de sus mecenas es Nicholas Negroponte. Una de las personalidades más importantes del mundo, que imagina un futuro mejor para las sociedades futuras y desde su lugar, reconoce el rol central de los chicos. Pero, hay chicos y chicos. Unos, los muy pocos, tienen mucho, casi todo. Otros, los más. no tienen casi nada. Negroponte quiere que cada chico tenga una computadora portátil. Y pensó en producirlas a 100 dólares. "Inimaginable", "imposible", "un delirio", lo bombardean desde todos lados. Negroponte no se inmuta. Ya le dijeron que era un charlatán cuando buscaba fondos para el Media Lab.

Por ejemplo, ¿qué pasa en los lugares donde no hay electricidad? "Diseñamos una laptop que tenga una 'manija' para darle cuerda", me dice mientras me muestra orgulloso un prototipo. "Por cada minuto que el niño mueva la manija, cargará la batería de la laptop por diez minutos" Si bien el proyecto tiene un costado tecnológico desafiante (producir una computadora a ese precio suena a una utopía que muchos poderosos le enrostran vigorosamente) hay otra parte que es aún más quijotesca: ¿quién dijo que la mayoría de los niños pueden pagar 100 dólares aunque sea muy barato para el mercado? Nadie lo dice porque ésa no es la idea. La idea es producir las laptops para ser vendidas a ese costo a cada país a través de su respectivo Ministerio de Educación. Y que cada ministro se ocupe de distribuirlas gratis entre los chicos sin recursos.

El miércoles 13 de diciembre de 2005 se conoció la lista de los primeros 7 países que inician el proyecto quijotesco: China (porque es la nación más poblada del mundo), India (por el grado de pobreza de sus chicos y su población también), Egipto (por ser la nación con la mayor población árabe en el mundo), Nigeria (por ser el país con mayor cantidad de habitantes de Africa), Tailandia, Brasil (por ser el más poblado de Sudamérica) y... Argentina (porque el proyecto no puede no incluir inicialmente un país hispano-parlante).

Para los grandes problemas de la humanidad: paz, medio ambiente, pobreza, digamos los grandes problemas de la sociedad, la solución, sea la que sea, siempre incluye la educación. No puede haber solución posible sin incluir al menos algo de educación y en algunos casos, puede que sea únicamente a través de la educación. Por lo tanto, en la raíz de cualquier cosa que logre que el mundo sea mejor, está la educación.

Estoy seguro que la mayoría estará de acuerdo con esto, sin embargo, la educación no juega el papel tan preponderante como debiera, porque la mayoría de los jefes de Estado no entienden que la fuente de recursos más importante que tienen son los chicos. No es el petróleo, no es la madera, no es la producción de productos electrónicos, son los chicos. Si usted va a los países más pobres, va a las zonas rurales, uno encuentra (y esto es triste) maestros que no son muy buenos. Son amorosos, excelentes personas, apasionados e increíbles en su trato con los chicos, pero ellos mismos no tuvieron una buena educación. Nosotros entendemos el proceso de aprendizaje, como que viene en parte por la enseñanza, en parte por curiosidad, interacción con el medio ambiente.

Entonces, el
Media Lab hace más de 20 años que está involucrado en lo que llamamos Aprendizaje Construccionista, basado en las teorías de Seymour Papert, que esencialmente dice "uno puede aprender un montón simplemente haciendo". Y algunas de esas cosas se hacen como una computadora, y por muchas razones empezamos con un proyecto de construir una laptop para chicos jóvenes que sea tan barata que se pueda entregar como uno entrega lápices.

El programa se llama
One Laptop Per Child (una computadora por chico) y la idea es que el chico será el dueño de esta computadora, como un lápiz, se la lleve a su casa, la use para escuchar música, para jugar, para leer, para Internet. El uso no se detendrá, de la misma manera que el aprendizaje para hablar y caminar no se detiene, no tiene pausas: es continuo. No se hace con horarios, uno está aprendiendo constantemente.

Los elegimos con estos fundamentos. Queríamos los países más grandes del mundo, por ejemplo, el más grande en Sudamérica es
Brasil, pero al mismo tiempo queríamos tener un país hispanoparlante, y por eso elegimos Argentina. En Africa, queríamos la nación árabe más poblada, que es Egipto. Luego, el país de población negra más grande, Nigeria. Por otro lado, India y China creo que no necesitan explicación, y en el caso de Tailandia, fue porque ya tenemos experiencia allí, es un país enorme, tiene también un alfabeto diferente, y presenta sus propios desafíos. Nos pareció que estos siete países forman una buena mezcla geopolítica, o mejor, debería decir una mezcla neocultural muy buena. Con estos siete países, cubrimos la mitad de la población infantil del mundo. Es que en realidad, la mitad de los chicos del mundo viven en China e India sumadas.

En muchos casos, cada país tendrá su propia tipografía, en todos los casos sus propios idiomas, y tenga en cuenta que
Argentina es muy afortunada, porque hay un idioma fuerte que predomina, el español. En Nigeria hay 320 (trescientos veinte) idiomas. Y nosotros dijimos, bien, los tendremos a todos. Ahora, ¿cómo vamos a hacer? Es que la propia comunidad los va a producir, los va a generar. No lo vamos a hacer nosotros. Lo van a hacer los chicos, los maestros. Vea, organizaciones o compañías tan grandes como Microsoft no pueden producir 320 idiomas, porque de hecho, ¿cuán rentable puede ser para ellos? Quizás solo mil o dos mil personas hablan un cierto dialecto o idioma. Eso es lo que hace el open source. Ahora, en cuanto al contenido, eso lo va a decidir cada país. Hay algunos países que ya están listos, tienen libros que tienen disponibles para este proyecto. Otros, no.

ADRIÁN PAENZA
De un artículo aparecido en Página/12
Colaboración E. López