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1247 • ERRADICAR LA DUDA

 

Lunes, 26 de diciembre de 2005

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Prof. Woo Suk Hwang

Si es cierto que 2005 fue generoso en hallazgos científicos notables y proezas tecnológicas que desafían la imaginación: por primera vez, una nave humana perforó un cometa, se trazó el mapa genético del chimpancé y del mejor amigo del hombre, se hizo un trasplante de cara y, en el plano local, se implantaron arterias creadas a partir de células del propio paciente y se probó exitosamente una vacuna contra el melanoma, entre otros.

También lo es que el año termina con una novela grotesca que opaca esos y otros logros rutilantes: la del fabuloso fraude perpetrado por el veterinario coreano Woo-Suk Hwang, que falseó pruebas de que había logrado producir once líneas de células madre a medida de los pacientes.

El doctor Hwang, quien desde su laboratorio en la Universidad de Seúl atendió personalmente el teléfono aunque eran algo más de las seis de la mañana, sonaba muy convincente y disfrutaba del contacto con la prensa. En aquella oportunidad se ufanó de trabajar dieciocho horas diarias.
- Soy un workaholic -
dijo y comentó algo bastante sorprendente, que siempre había un miembro de su equipo junto a las incubadoras.
- ...
tenemos que dedicarnos a nuestras células para desarrollar nuestra tecnología para el paciente - aseguró.

Después de publicar trabajos en las dos revistas científicas más renombradas del planeta Science y Nature, y de estar a punto de presidir un centro internacional de células madre, Hwang había adquirido una notoriedad y una visibilidad poco frecuentes para un investigador. Ahora, como escribió Lawrence Altman en The New York Times, uno se pregunta cómo llegó tan lejos, engañó a tantos y se despeñó tan violentamente.

El affaire, que mereció un descargo del editor en jefe de Science y una declaración de Nature de que revisará su sistema de evaluación de trabajos, cobra un dramatismo especial porque burló los filtros de un sistema que se precia de controlar rigurosamente la veracidad de sus publicaciones con una triple red de seguridad: la revisión por pares, los referis que evalúan si un trabajo es digno o no de publicarse y la replicación de los descubrimientos por otros equipos de investigación.

Con más de 54.000 publicaciones científicas en todo el planeta y millones de artículos publicados, muchos de ellos reproducidos y comentados por los medios de comunicación masiva, todo indica que ni el mejor de los sistemas puede evitar la deshonestidad, la codicia y la ambición. Al parecer, la ciencia no es capaz de erradicar la duda...

NORA BÄR
Diario La Nación
Colaboración J. Benjamín