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1025 • NEGROS AL PODER

 

Jueves, 17 de febrero de 2005

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Condoleezza Rice Acaba de asumir el cargo de Secretaria de Estado de los Estados Unidos la señora Condoleezza Rice. Es la primera vez en la historia de ese país que un puesto así lo ocupa una mujer. Y en este caso: una mujer negra.

Acorde a los tiempos que corren donde la lucha contra la discriminación étnica ha pasado a ser una prioridad para gobiernos, actores varios de la sociedad civil y organismos internacionales, la elección de la diplomática en cuestión podría saludarse como una gran noticia. Pero ¿lo es?

Hay un refrán que reza: no ser más papista que el papa. En el caso de Condoleezza Rice, parafraseando el adagio, podría decirse que su actitud es más blanca que la de un blanco. ¿Qué diría el luchador Martin Luther King de esta designación? Seguramente se debe estar revolviendo en su tumba.

Luego de la caída del bloque soviético, los Estados Unidos comienzan a moverse como potencia hegemónica única e indiscutible. Si bien su economía real va perdiendo dinamismo, aún es 16 veces mayor que la que le sigue; y militarmente, el país concentra la mitad de los recursos ofensivos del mundo por lo que es, virtualmente, imbatible. Aprovechando esa posición de supremacía abrumadora, desde hace más de una década viene desarrollando una estrategia de dominio imperial a escala planetaria. Con el presidente George Bush hijo y el núcleo de fundamentalistas ultra conservadores del partido republicano que lo secunda, esa tendencia se ha disparado a niveles estratosféricos.

En ese marco, incluso el anterior Secretario de Estado Colin Powell (militar que condujo la primera guerra del Golfo en los 90, no un tierno niño de pecho precisamente) termina siendo disfuncional al proyecto imperial de Washington. Es disfuncional porque se permite cuestionar la política hegemónica, porque piensa, porque disiente cuando ve cosas problemáticas (la segunda guerra contra Irak, por ejemplo). Era, en el más cabal sentido de la palabra, un buen diplomático. Y a la señora Rice 'no le gusta la diplomacia ni sus requerimientos protocolarios', según informó recientemente un editorial del The New York Times.

Condoleezza Rice ha llegado para secundar a Bush, para hacerle eco, para ratificar cada palabra del presidente.
- Rice asume su puesto en un momento crítico para nuestro país. Somos una nación en guerra; estamos poniendo en su lugar nuevas estructuras e instituciones para confrontar regímenes ilegítimos, oponernos a la proliferación de armas y materiales peligrosos y romper redes terroristas -
dijo el primer mandatario el día de la asunción de la Secretaria, y en esa lógica, mucho más que el renunciado Powell, es un elemento clave para la Casa Blanca.

Como para que no queden dudas por dónde va a andar su línea de trabajo, uno de sus primeros actos fue retener a Roger Noriega como secretario adjunto de Asuntos para el Hemisferio Occidental, todo un símbolo de la ultra derecha conservadora anticubana.
- Entiendan que la historia nos llama -
expresó Rice.

¿Qué historia? ¿Quién la está llamando? El movimiento femenino, no parece. Quienes luchan por la no discriminación étnica, tampoco. ¿Los blancos poderosos?, ¿los banqueros, los petroleros, los fabricantes de armamentos? Ellos quizá. Seguramente la actual Secretaria de Estado tuvo esclavos africanos en su familia, algunas generaciones atrás. Su visceral odio contra 'tiranos y terroristas' ¿tendrá que ver con esa historia?

MARCELO COLUSSI
Psicólogo y licenciado en Filosofía
Colaboración Grano de Arena