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1024 • COINCIDENCIAS

 

Miércoles, 16 de febrero de 2005

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Las coincidencias más sorprendentes a menudo afectan a objetos o acciones bastante corrientes, como la extraña experiencia relatada por un periodista de Chicago, Irv Kupcinet:
- Acababa de llegar al hotel Savoy de Londres. Al abrir un cajón de mi habitación descubrí, para mi sorpresa, que contenía algunas cosas personales pertenecientes a un amigo mío, Harry Hannin, que viajaba con el equipo de baloncesto de los Harlem Globetrotters. Dos días después recibí una carta de Harry, enviada desde el hotel Meurice, en París, que empezaba así: «No te lo vas a creer...» Según parece, Harry había abierto un cajón de su habitación y había encontrado una corbata con mi nombre. Era un habitación en la cual yo había estado unos meses atrás.


Cuando se iniciaron los trabajos de rescate de un tren de cercanías de Nueva York que se precipitó al agua en la bahía de Newark, muriendo muchos pasajeros, apareció una foto en la primera página de un periódico que mostraba a uno de los vagones en el momento de ser sacado del agua, en la foto se veía claramente el número 932 que lo identificaba. Ese día, el número 932 salió en la lotería de Manhattan, proporcionando cientos de miles de dólares de ganancia a las muchas personas que, presintiendo un significado oculto en el número, habían apostado por él.


Algunas personas parecen presentir los hechos fortuitos que llamamos coincidencias. Cuando el tren entró en la estación de Louisville, George D. Bryson decidió interrumpir su viaje a Nueva York para visitar aquella histórica ciudad de Kentucky. Nunca había estado allí y tuvo que preguntar dónde se encontraba el mejor hotel. Nadie de sus allegados sabía que Bryson estaba en Louisville y, en broma, preguntó al recepcionista del Hotel Brown:
- ¿Hay cartas para mí?
Quedó atónito cuando el recepcionista le entregó una carta dirigida a él que llevaba el número de su habitación. El anterior ocupante de la habitación 307 había sido otro George D. Bryson, que no tenía nada que ver con él.


Esta última es una coincidencia notable, por cierto, que cobra mayor interés porque quien la cuenta es el doctor Warren Weaver, un matemático y experto en probabilidades norteamericano que cree que las coincidencias están regidas por las leyes del azar y rechaza cualquier sugerencia de elementos misteriosos o paranormales.

Si usted tira muchas veces una moneda, las leyes de la probabilidad dictaminan que, al final, habrá obtenido un número casi igual de caras y de cruces. Pero cara y cruz no se alterarán. Habrá series de varias cara seguidas y series de varias cruz seguidas. El doctor Weaver calcula que si alguien tira una moneda 1.024 veces, es probable que haya una serie de ocho caras seguidas, dos series de siete caras seguidas, cuatro series de seis y ocho series de cinco.

¿Quiere probarlo?

Colaboración G Sanchez