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EL CUENTOMETRO DE MORT CINDER

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101 • HGO

 

Martes, 18 de diciembre de 2001

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Héctor Oesterheld Nació en Buenos Aires, en 1922. Estudió Geología en la UBA, trabajando en el sur argentino. Hacia fines de la década del '40 escribe cuentos infantiles. La Editorial Abril lo acoge y allí hace Gatito y El Diario de mi Amiga. Colabora en Más Allá donde publica cuentos antológicos como Cuidado con el perro. Su primera historieta es de 1950: Alan y Crazy, con Eugenio Zoppi. Hasta 1957 trabaja para Abril, haciendo El Sargento Kirk y Bull Rockett, entre otros. Funda su propia editorial, Frontera, y comienza la renovación de la historieta argentina. En la década del '60 pierde su editorial y comienza un largo peregrinaje como free lance por las más diversas editoriales, desde las de primera línea a las piratas. En 1970 ingresa a Editorial Columba donde reescribe buena parte de su producción adaptándola al estilo de esa casa y crea algunos personajes memorables, como Roland El Corsario o Aakon. Desde 1975 trabaja para Ediciones Record.

Dice Rivera de su obra: «...la poética esencial, su peculiar visión del heroísmo marginal y los desencantos y desencuentros de la vida... la inyección de vitalidad creativa... provocará la aparición de nuevas revistas y la adopción de criterios más maduros en la selección de ideas, argumentos y tratamientos gráficos... darán fe los trabajos iniciales de este importante guionista, que intenta una madurez y un desprejuicio temático hasta entonces cohibido o sólo abordado periféricamente. El esquematismo caracterológico y los estereotipos heroicos se diluyen con este escritor para dejar paso, en sus mejores momentos, a un mayor ahondamiento en los rasgos psicológicos y en las motivaciones existenciales y éticas, y al mismo tiempo parece ganar espacio un criterio revisionista más contemporáneo, que explora niveles y situaciones humanas y sociales más creíbles que las abordadas convencionalmente en las viejas tiras.»

De su suerte: «Me llamo Eduardo Arias, soy psicólogo y tengo 38 años. Fui una de las últimas personas que vió vivo a este creador. En noviembre de 1977 fui secuestrado y permanecí "desaparecido". Todo ese tiempo estuve en un "chupadero" (prisión clandestina) situado en el Camino de Cintura y autopista Ricchieri....Cuando llegué, este hombre estaba hacía tiempo. Su estado era terrible. Permanecimos juntos mucho tiempo. Nos encadenaron espalda con espalda.... Las cabezas cubiertas por capuchas... Él, como yo y como todos los que estábamos allí, fuimos torturados salvajemente. Él unía a ese tormento su dolor ante la suerte de tres de sus hijas, que también habían sufrido secuestro. La cuarta era buscada junto con el marido... Él me hablaba un poco de sus historietas, y a veces jugábamos mentalmente al ajedrez, cantando las jugadas. Uno de los momentos más terribles fue cuando le trajeron al pequeño nieto de cinco años. Esa criatura fue recogida tras la captura y muerte de su cuarta hija y de su yerno... y la llevaron a aquel infierno...
Yo fui liberado en enero de 1978. Él permanecía en aquel lugar y nunca más supe de su suerte.»

En 1983 recuperamos la democracia. El 27 de octubre de ese año, la revista Feriado Nacional publicó un poster. Allí, el Sargento Kirk, Ernie Pike, Sherlock Time, Randall, Bull Rockett, Nahuel Barros, Ticonderoga Flint, El Eternauta, Mort Cinder, las Madres de Plaza de Mayo, y una multitud, desfilaban por la Avenida de Mayo con una pancarta que decía "¿Dónde está?". Muy pronto lo hallaríamos. En el libro Nunca Más, la última eterna morada, de Héctor Germán Oesterheld.


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