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733 • EL SUEÑO

   

Miércoles, 4 de febrero de 2004

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  Alcanzamos el nivel más profundo de sueño una hora después de habernos dormido. Cuanto más tiempo pasamos durmiendo, menos profundo es nuestro sueño y más largos nuestros sueños. Se producen en la fase superficial o REM (Movimiento Rápido de los Ojos). Estos son los más frecuentes:
  • Sueño del pasadizo.
    Pasar por un túnel, tubo o pasadizo estrecho es una fantasía onírica que suele repetirse con frecuencia en la primera mitad de la vida de una persona. Se trata de una señal de angustia primitiva, probablemente producida por el trauma de nacer. Este tipo de sueños prolifera cuando las presiones del medio agudizan los rasgos neuróticos del individuo. Son mensajes de angustia enviados por el inconsciente. Un sueño típico que no tiene argumento definido.
  • Sueños de volar y caer.
    Pueden ser sumamente placenteros o muy desagradables. Los investigadores no se ponen de acuerdo respecto a su interpretación: para Jung representan las ansias humanas de espiritualidad; para Adler son el deseo sublimado de superarlos sentimientos de inferioridad, la ascensión simbólica en la escala de la superación personal; para Freud tienen una significación erótica evidente, relacionada con la erección sexual.
  • Sueños de persecución.
    Varían mucho según el sentido de las persecuciones y la persona que sueña. En una joven adolescente pueden ser una expresión del temor inconsciente a ser violada. En los niños, una manifestación angustiosa relacionada con la angustia primitiva jungiana. En adultos, una manifestación leve de angustia neurótica, o el temor a una enfermedad mental. El querer correr y no poder hacerlo expresa una frustración: igual que quedarse mudo en un examen, perder el tren o sentirse desnudo entre la gente.
  • Sueños sexuales.
    Para Freud no son sólo los sueños húmedos clásicos, sino también infinidad de imágenes simbólicas con un significado oculto: bailar, subir escaleras, montar a caballo o realizar movimientos rítmicos... Los sueños inequívocamente sexuales, no sublimados, pueden expresar deseos reprimidos durante la vigilia. A veces, son sueños de aprendizaje y, en cierto modo, representan el deseo inconsciente de corregir las fallas afectivas, no forzosamente sexuales, que cometemos realmente en nuestra vida cotidiana. Son frecuentes antes del despertar.

¿Cómo soñar lo que queremos?
Según los científicos, el sueño consciente no es un talento natural sino una cuestión de aprendizaje. Se ha desarrollado un método propio que permite tener entre diez y veinte sueños conscientes por mes. Estas son sus normas básicas:

  • 1) Despertarse temprano y espontáneamente. Con un poco de práctica no resulta muy difícil.
  • 2) Se comprobará entonces que se despierta inmediatamente después de un sueño. Reflexionar sobre lo soñado. Leer un rato o hacer cualquier cosa que exija total atención.
  • 3) Intentar dormir otra vez, pensando: ‘En mi próximo sueño, quiero darme cuenta de que estoy soñando'
  • 4) Evocar el propio cuerpo durmiendo, incluso el movimiento rápido de los ojos (REM), indicio claro de que se está soñando. Pensar otra vez en el sueño anterior e intentar sentirse soñando.
  • 5) Insistir en el 3 y en el 4 hasta dormirse.

Colaboración J. Fernández