Click para ir al número anterior

ANTERIOR

EL CUENTOMETRO DE MORT CINDER

SIGUIENTE

Click para ir al número siguiente

648 •  LEY KÁRMICA

Lunes, 27 de octubre de 2003

Al índice

Click para ir al índice

Kamma o Karma (según lo escribamos en Pali o en Sánscrito) está producido por todas las acciones que cada individuo efectúa. Karma es la manera como el pasado influye sobre el presente, pues Kamma es pasado al igual que presente. El pasado y el presente influyen sobre el futuro en esta vida o en la venidera. Buda ha dicho:
- Es al acto mental de la voluntad, oh monjes, al que llamo Kamma. Después del deseo viene la acción mediante el cuerpo, la palabra o el pensamiento (Anguttaranikaya).


Habitualmente, y no sólo en el budismo, se usa Karma como nombre genérico para denotar la conducta y sus resultados. Dichas consecuencias forman una intrincada madeja, interactuando entre si hasta el punto de no poder seguir la cadena causal. Cadena que puede llegar a ser muy compleja dado que nuevos efectos reaccionan con los anteriores, generando consecuencias de toda clase.

Es de hacer notar que, según el budismo (Theravada), no todas las acciones humanas son provocadoras de Karma: "la voz Pali "Kamma" significa literalmente "acción", "actuar". Pero en la teoría budista del karma tiene un sentido específico: expresa únicamente la acción volitiva, y no todas las acciones. Además, esta palabra no significa, como muchos suelen emplearla errónea y libremente, el resultado del karma, pues en la terminología budista, el karma no significa nunca su propio efecto, sino que éste es conocido con el nombre de "fruto" o "resultado" del karma (Kamma-phala o Kamma-vipaka)

Tampoco debe confundirse la acción de la ley kármica con "recompensa" o "castigo" por la conducta llevada a cabo. No es la acción de la justicia humana o divina, es el resultado de una ley natural. Una clase de acción volitiva genera unos efectos, otra clase genera distintos. La idea de justicia moral o de recompensa y castigo, proviene de la concepción de un ser supremo o de un Dios que juzga, dicta sentencia y decide qué es lo bueno y qué es lo malo.

El budismo considera que no se pueden eliminar las consecuencias kármicas que operan hasta su extinción; como las ondas provocadas por lanzar una piedra en un lago se extienden hasta llegar a la orilla o perderse en la distancia. La consecuencias (vipaka) de la conducta volitiva se extienden hasta que sus efectos quedan cumplidos. Esta acción puede abarcar más de una vida. De ahí la dificultad para establecer la cadena causal en la determinación del estado presente; deberíamos incluir también vidas anteriores, con los inconvenientes de no saber que hechos son los que provocaron los actuales efectos.

Siendo una cuestión básica para la comprensión no sólo del budismo sino de las tradiciones orientales este concepto ha sido bastante mal entendido, al asimilarlo incorrectamente al destino; a una especie de predestinación que está más allá de la voluntad humana. No es el destino, porque éste se nos impone. En cambio la ley kármica es el resultado de acciones que pueden ser cambiadas por la acción de la libertad humana.
- Nuestra vida -dice Saddhatisa- es, a la vez, vipaka [resultado] del pasado y Kamma [productora de consecuencias] del futuro.

La ley del Kamma/vipaka explica la razón por la que el Budismo es frecuentemente considerado como la doctrina del aquí y del ahora. Pues el aquí y el ahora es el único campo de acción en el que el hombre puede influir sobre la cadena del Kamma/vipaka y, finalmente interrumpirla.

CARLOS SALINAS
España