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El
presidente del planeta anuncia su próximo crimen en nombre de Dios y de la democracia.
Así calumnia a Dios. Y calumnia, también, a la democracia, que a duras penas ha
sobrevivido en el mundo a pesar de las dictaduras que los Estados Unidos vienen sembrando
en todas partes desde hace más de un siglo.
El gobierno de Bush, que más que gobierno parece un oleoducto, necesita apoderarse de la
segunda reserva mundial de petróleo, que yace bajo el suelo de Irak. Además, necesita
justificar el dineral de sus gastos militares y necesita exhibir en el campo de batalla
los últimos modelos de su industria armamentista.
De eso se trata. Lo demás, son pretextos. Y los pretextos para esta próxima
carnicería ofenden la inteligencia. El único país que ha usado armas nucleares
contra la población civil, el país que descargó las bombas atómicas que aniquilaron
Hiroshima y Nagasaki, pretende convencernos de que Irak es un peligro para la humanidad.
Si el presidente Bush ama tanto a la humanidad, y de veras quiere conjurar la más
grave amenaza que la humanidad padece, ¿por qué no se bombardea a sí mismo, en vez de
planificar un nuevo exterminio de pueblos inocentes?
Inmensas manifestaciones invadirán las calles del mundo este 15 de febrero. La humanidad
está harta de que sus asesinos la usen de coartada. Y está harta de llorar a sus muertos
al fin de cada guerra: esta vez quiere impedir la guerra que los va a matar.
ALTERCOM se une a la cadena de distribución de este
texto para que sea repartido, compartido, publicado, difundido, leído en voz bien alta,
en los actos que se realizarán el próximo 14 de febrero, DIA DEL AMOR - CONTRA LA
GUERRA, y el 15 de febrero, DIA MUNDIAL DE MOVILIZACIÓN CONTRA LA GUERRA EN IRAK. |