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295 • RUTINA DE HUMOR 17 |
Lunes, 2 de septiembre de 2002 |
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Se muere Carlos Saúl y cumpliendo su último
deseo, lo creman. Una vez efectuada la cremación, antes de esparcir sus cenizas invitan al ex presidente De la Rua a decir unas palabras. Éste, cortésmente, declina la invitación. Le sugieren entonces a Zulema, quien se niega a hablar. Invitan a Zulemita, quien dice que no, que ni loca. La Bolocco, invitada, también desiste. Le proponen a Duhalde que diga unas palabras, pero (con asco) se niega. Se lo piden a Ruckauf, que los saca corriendo. Lo invitan a De la Sota, quien dice que no. Lo mismo pasa con Reutemann, Alfonsín, Erman, Corach, Imbelloni, el Tula, Kohan, Gostanian, Hernández, Tata Yofre, Federico Klemm, Macri, Amalita, Juan José Camero, Marcelo Tinelli, Chiche Gelblung, Tío Bernardo, El Soldado Chamamé, Maharbiz, María Julia, Emir... en fin, nadie quiere hablar. La multitud observa en silencio cómo los sucesivos oradores
propuestos declinan la invitación. Hasta que, del medio del gentío se alza un brazo y
una voz dice: En un chequeo médico de empresa: Un hombre conduce un coche, sube por una carretera de montaña, retorcida y escarpada. Una mujer también al volante, baja por la misma carretera. Cuando se cruzan, la mujer saca la cabeza por la ventana y grita: - ¡CERDO! El hombre saca también la cabeza por la ventana y contesta: - ¡PUTA! Cada uno sigue su camino. Cuando el hombre tuerce por la curva siguiente, se encuentra con un cerdo en medio de la carretera y el coche se estrella en el valle... ¡Ah! si los hombres escucharan alguna vez a las mujeres... El tipo llega a la iglesia y de inmediato va a confesarse: - Doctor, me tiemblan mucho las manos. - Carmen, ¿estás enferma?. Te lo pregunto
porque vi salir un médico de tu casa esta mañana. Un sacerdote se bañaba en un río de España cuando de repente pasaron algunos jóvenes feligreses por el lugar y al verlo le gritaron: - ¡Bien Padre!, con qué masturbándose, ¿eh? - A joder, hijos, nada... cada quien es libre de lavarse el pito a la velocidad que quiere... - Veo que hoy tose usted mejor. Un camionero va por la ruta. A lo lejos ve un hombre
vestido totalmente de rojo. El camión se va aproximando y el hombre no se aparta. Le hace
luces y nada. El hombre no se mueve. El camionero pega una frenada y queda a un metro del
hombre. Baja del camión, asombrado. El hombre de rojo le dice: Un día se acerca una joven al confesionario y dice: - Padre, confiéseme porque he pecado. - A ver hija, qué te ha pasado? - Padre, ayer me he acostado con el cura de la parroquia vecina... - Muy mal hecho hija, muy mal, porque tú perteneces a esta parroquia... |
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