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173 • COMO ARREGLAR EL MUNDO

 

Jueves, 14 de marzo de 2002

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Un científico vivía preocupado con los problemas del mundo y estaba resuelto a encontrar los medios para disminuirlos. Pasaba días encerrado en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de siete años, invadió su santuario decidido a ayudarlo en el trabajo. El científico, nervioso por la interrupción, intentó hacer que el niño fuera a jugar a otro sitio. Viendo que sería imposible sacarlo de allí, el padre procuró algo para darle al hijo, con el objetivo de distraer su atención. De repente tomó un planisferio de una revista, y con una tijera recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta adhesiva, se los entregó al niño diciendo:

-¿Te gustan los rompecabezas? Entonces te voy a dar el mundo para arreglar. Aquí tenés el mundo todo roto. Mirá si podés arreglarlo... pero, hacélo todo solo.
Calculó que al niño le llevaría días recomponer el mapa. Algunas horas después, oyó al pequeño que le decía calmamente:

- Papá, Papá, ya lo hice. ¡Conseguí terminar!
Al principio el padre no dió crédito a las palabras del hijo. Sería imposible a su edad haber conseguido recomponer un mapa que jamás había visto. Entonces, el científico levantó los ojos de sus anotaciones, seguro que vería un trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en su sitio. ¿Como sería posible? ¿Como el niño había sido capaz?

- Vos no sabías como era el mundo... ¿cómo conseguiste ordenarlo?
- Yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando arrancaste la hoja de la revista para recortarla, vi que del otro lado había la figura de un hombre. Cuando me diste el mundo para arreglarlo, lo intenté pero no lo conseguí. Entonces me acordé del hombre, di vuelta los recortes y empecé a juntar el hombre que sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar el hombre, di vuelta la hoja y encontré que había arreglado el mundo...


Colaboración Cayo Mecenas