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Un científico
norteamericano descubrió con
sus estudios que las personas que no tienen suficiente actividad sexual leen los e-mail con la mano posada
en el mouse... Ahora no vale la pena quitarla. Ya es demasiado tarde.
Dice Shloime:
- Rebeca, ¿que te parece si probamos una posición diferente esta noche?
- Es una buena idea - contesta ella -
vos parate frente a la tabla de
planchar mientras yo me siento en el sofá y ronco.
Una colaboradora de un hospital estaba recorriendo
las instalaciones con uno de los doctores. En eso pasan por una habitación donde uno de los
pacientes se masturbaba ferozmente.
- ¡Ay, Dios mío! - dijo la señora -
¡Eso es vergonzoso! ¿Porque está haciendo eso ahora?
El doctor que encabezaba el tour le explica:
- Lo siento mucho, pero ese señor sufre una enfermedad muy seria en
donde sus testículos se llenan rápidamente con semen. Si no hiciera eso 5
veces al día, explotarían y él moriría.
Siguen el recorrido y en el cuarto siguiente, se encuentran con una enfermera que está haciéndole sexo oral a otro paciente.
- ¡Ay, Dios mío! - dice ahora la mujer -
¿Y esto... cómo se justifica?
Y el médico le responde:
- Misma enfermedad, mejor obra social.
Dos parejas de personas mayores cenan en casa, después de comer las señoras se retiran a la cocina. Los dos viejos conversan y uno le dice al otro:
- Anoche cenamos en un restaurante nuevo y muy bueno. Te lo
recomiendo.
- ¿Cómo se llama el restaurante? -
pregunta el otro.
El primero queda pensativo y le dice:
- ¿Cómo se llama la flor roja que le damos a quien queremos?
- ¿Un clavel?
- No, no
- ¿Un gladiolo?
- No, nada de eso es roja y tiene espinas.
- Ahora sí... querés decir una rosa.
- ¡Si eso es!, muchas gracias... - y virándose hacia la cocina le grita a su señora
- Rosa, mi amor, ¿cómo se llama el restaurante donde cenamos anoche?.
El nuevo Embajador, Juan Fernando Correa, llega a la China con su esposa, su hija y su suegra. Antes de entrevistarse con el Primer Ministro de la China, tuvo que ser recibido por el secretario del Primer Ministro, a quien le dijo:
- ¡Mucho gusto! Yo soy Juan Fernando Correa, esta es mi esposa, la señora Correa, mi hija, la señorita Correa y esta señora no es Correa, pero es la
mamá.
El secretario llevó a la familia Correa ante el Primer Ministro y los presentó:
- Señol Ministlo, el señol Culea, la señola culea, la señolita culea, y la otla señola, no culea,
pelo la mama. |