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¡Es increíble! Es como votar
por el fin de la libertad. Y esto es lo que ha sucedido exactamente el
pasado viernes 12, cuando el Senado aprobó la enmienda
Graham que revierte una decisión de la
Suprema Corte (Rasul vs Bush) que permitía a
los detenidos de Guantánamo defenderse ante
la Corte federal. Por 49 votos contra 42 el Senado aprobó la medida que
efectivamente les priva del derecho a saber
porqué están detenidos y de disponer de medios legales para
defenderse. Ninguno de los presos de
Guantánamo sabe si se halla acusado de algún delito. El voto del
Senado asegura que nunca lo sabrán.
Este acto va mucho más allá de una simple disputa con la decisión de la
corte de honrar los derechos de los llamados "combatientes
enemigos" Este voto niega a los prisioneros todo derecho civil
contemplado en la Constitución, en la
Convención de Ginebra o en cualquiera de los
demás tratados sobre derechos humanos que han firmado los
EEUU. Es una evidente tentativa de eliminar
el principio de igualdad de tratamiento ante la ley o de que se es
inocente hasta que se pruebe lo contrario. Desde ese punto de vista
cualquiera que, en el marco de la "guerra al
terrorismo" de Bush sea detenido, será
considerado culpable.
El Hábeas Corpus es la piedra angular de la jurisprudencia inglesa
desde hace 800 años. Permite a una persona detenida recurrir a un juez
para verificar la legitimidad de su detención y obliga al estado a
culparla de un delito si intenta seguir manteniéndola detenida. Es
ciertamente el más fundamental y humano de los derechos y el más
importante. Sin la protección del Hábeas Corpus
el estado se halla liberado de respetar la ley y puede poner entre rejas a
quién se le ocurra. La negación del Habeas Corpus
es el comienzo de la tiranía.
La libertad no funciona en el vacío; solo puede subsistir cuando existen
restricciones al poder del estado. Las libertades cívicas son los muros
cortafuegos que protegen al ciudadano de los abusos del gobierno. El
Hábeas Corpus es el fundamento sobre el que
se erigen las libertades civiles Es el primer escudo contra la violencia
del estado
El senador Lindsay Graham, lo sabe bien y
también todos sus abogados. Y sin embargo ha dado este paso increíble para
revocar la gran orden judicial de libertad (habeas corpus) y conferirle al
presidente autoridad absoluta. ¿Porqué? ¿Cual es la evidencia de que
destruyendo las libertades básicas se mejoran las posibilidades de ganar
la guerra al terrorismo?
En un caso tras otro, la administración Bush
ha establecido que el presidente está por encima de la ley y puede hacer
prisioneros por solo encontrarlos "sospechosos de
terrorismo" de acuerdo con su discrecional voluntad. El 9 de
setiembre de 2005, la administración ganó una batalla crucial cuando un
panel de tres jueces del Cuarto Circuito de la Corte
de Apelaciones votó por unanimidad que Bush
podía seguir manteniendo preso al ciudadano estadounidense
José Padilla (foto) sin culparlo de
ningún delito. La corte dijo que la resolución emanada del Congreso luego
del 9/11 autorizaba al presidente a "usar todas las
fuerzas necesarias" en la lucha contra el terrorismo. Esto lleva a
permitir al presidente a ignorar la constitución y a actuar según su
propio criterio. De nuevo aquí el objetivo del ataque de
Bush en el caso Padilla
fue el Hábeas Corpus, el centro neurológico
de la jurisprudencia estadounidense.
Recordemos las palabras de Alexander Hamilton
quién decía que la orden judicial del Habeas Corpus
protege contra "la práctica de la detención
arbitraria... el instrumento favorito y más importante de las tiranías".
Antonio Scalia dice también con relación a la justicia: "El
verdadero corazón de la libertad asegurada por nuestro sistema anglosajón
de poderes separados ha sido la libertad de no ser indefinidamente
detenido al arbitrio del Ejecutivo"
La administración Bush, bajo el pretexto de
la Guerra contra el terrorismo está
dirigiéndose inexorablemente hacia la conformación de un estado
totalitario. A partir del 11 de setiembre ha ido dando pasos para
reestructurar la legalidad y promover la supremacía de la presidencia. Sus
colegas del Congreso y de la Justicia han apoyado sus esfuerzos por
alentar la preeminencia del ejecutivo poniendo al presidente por encima de
sus propias responsabilidades. Y han postergado todo el tiempo los
derechos humanos esenciales de los cuales depende la libertad y entre
ellos el Habeas Corpus epicentro de la
libertad estadounidense. |