EL CUENTOMETRO DE MORT CINDER

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1089 • DISFRAZ ERÓTICO

Miércoles, 18 de mayo de 2005

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Hay que aclarar que es una fantasía jugosa y provocadora con mayor favoritismo entre hombres que entre mujeres. Al 90% de los hombres les gusta jugar con roles en la cama, contra apenas un 30% de las mujeres. Muchas mujeres jóvenes creen que no precisan de un teatro a la hora de la cama: ”... nunca le pedí a mi novio que se vistiera de alguna forma porque no me provoca, así como él jamás me pidió que yo lo hiciera. Si en algún momento me lo pide, lo haría, aunque eso no va conmigo...” otras aclaran que ”...me provoca la situación, el lugar, mi pareja, pero la forma de estar vestido no tiene nada que ver cuando la persona es la misma” algunas agregan que jamás se vestirían con algún disfraz para satisfacer a su pareja.

Sin embargo, el porcentaje femenino para el uso de indumentaria provocadora crece junto con la edad. A los 35 años muchas aseguran que ”de más joven veía eso como una estupidez, pero ahora me gusta vestirlo a mi compañero porque después de 5 años de pareja hay que ir variando para que a ninguno de los dos le disminuya el apetito sexual”. Los disfraces que más les gustan a las mujeres son entren otros los de Ejecutivo, Superhéroes (Superman y Batman encabezan la lista), Mecánico y Gladiador.

Muchas mujeres sostienen que el hombre se la pasa hablando casi todo el tiempo de deportes y de mujeres. Será quizás por eso que a la hora de buscar disfraces y razones hay miles y de lo más variado. El hombre no puede controlar el apetito sexual tanto como la mujer y eso provoca que su cabeza esté buscando variantes mucho más que las damas.

La colegiala es la indumentaria favorita en toda América Latina. Es elegida por la fantasía de la regresión del tiempo y por la inocencia de la estudiante que se somete a un supuesto experimentado. En Estados Unidos el primer lugar lo ocupa el disfraz de cheerleader (porrista), también por su juventud y su increíble resistencia.

Luego la lista se hace más complicada. Están aquellos que eligen a ejecutivas, policías o profesoras por su autoridad y disciplina. Hay otros que prefieren jugadoras de Tenis, enfermeras y azafatas por su inagotable dedicación. Y por último hay otra línea que le encanta disfrazar a su pareja de mucama, monja o campesina por su inocencia e inexperiencia. Y también están aquellos que les gusta vestirla de ramera... pero esa es otra historia.

Más allá de la adrenalina sexual que levanta este tema entre los hombres, la sexóloga Patricia Soto sostiene que ”lo importante en este juego es que nunca entre en juego la seguridad de la mujer”. Esto significa que la mujer no se tiene que sentir invadida por el personaje que atrae sexualmente a su pareja, sino que debe conceptualizarlo como un complemento del placer.

IGNACIO IBARRA FRANCHINI
Colaboración Cherro