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966 • EXTRASOLARES

 

Viernes, 26 de noviembre de 2004

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Los gigantescos planetas extrasolares descubiertos hasta la fecha han sorprendido a los astrónomos y obligarán a revisar las teorías en este campo porque, al contrario de lo que se pensaba, están próximos a su estrella y tienen órbitas muy excéntricas, que son más propias de los cometas. Así lo indicó el astrofísico Álvaro Gimenez, director del Departamento de Investigación y Apoyo Científico de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Holanda, que ofreció una conferencia en la isla canaria de Tenerife.

El siguiente paso en la detección de planetas extrasolares es analizar su luz y estudiar la composición de la atmósfera para buscar indicios de agua, dióxido de carbono, metano y otros componentes que indiquen la existencia de vida, recordó el astrónomo. La ESA proyecta con este fin establecer en el Observatorio Austral de Chile un telescopio de cien metros de diámetro, que podría utilizar la técnica de la interferometría y tendría una resolución óptica suficiente para captar planetas de magnitud parecida a la terrestre.

Giménez subrayó que desde que en 1995 comenzaron a detectarse planetas extra solares las teorías existentes sobre ellos "no funcionan", ya que "lo lógico" sería que estos cuerpos tuviesen órbitas circulares y no estuviesen tan cercanos a su estrella, pues son gigantes y tienen una estructura gaseosa. "Algo está pasando para que no veamos sistemas planetarios" que funcionen como el solar, cuyos planetas tienen una órbita estable, mientras que en el caso de los extra solares descubiertos, en vez de tardar once años en orbitar alrededor de la estrella, como sucede con Júpiter, lo hacen en una semana, "y esto no lo entendemos", dijo el especialista.

Los astrónomos sospechan que estos planetas gigantes se formaron "muy lejos" y por alguna razón "migraron" y movieron su órbita, lo que los fue acercando a su estrella y algunos "cayeron" sobre ella, y al trasladarse "ganaron excentricidad, por lo que tienen una órbita más parecida a la de un cometa que a la de un planeta. Lo que se descubrió hasta ahora nos ha sorprendido porque los planetas no son nada parecidos a lo que esperábamos encontrar y son todos raros, gigantes, con mucha masa y órbita excéntrica."

Desde un punto de vista físico es muy importante el estudio de los planetas gigantes, añadió Giménez, ya que ayudarán a esclarecer el origen de los sistemas planetarios. Explicó que los planetas gigantes dominan en los procesos de formación al ser los más masivos, y detalló que la mayor cantidad de su masa se sitúa en el disco primigenio protoplanetario, al tiempo que mantienen el gas. Por el contrario, en los planetas similares a la Tierra la masa original está en su núcleo y perdieron gas.

No obstante, los astrónomos perfeccionan los métodos de detección de estos planetas extrasolares con el objetivo de localizar cuerpos parecidos a la Tierra y determinar si son más calientes, tienen atmósfera, cómo es su órbita y si presentan condiciones para ser "habitables", lo que sería factible con una temperatura que oscilase entre los 0 y los 100 grados centígrados.

Agencia EFE
Colaboración N. Hurtado