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Seis sencillos pasos para
preparar su infarto:
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Primero: Su trabajo antes que nada. Los asuntos personales son
secundarios. Entréguese de lleno a su trabajo, piense sólo en producir,
ésta es su clave. Usted tiene que ser una persona de éxito... aunque lo
disfrute en el cementerio.
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Segundo: Vaya a su oficina los sábados en la tarde. Nada de
descanso, nada de canas al aire. A lo mejor el trabajo del sábado le
reporta algunos dinerillos que servirán cuando le dé el anhelado
infarto.
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Tercero: Por las noches es peligroso ir a la oficina, le pueden
robar, así que lleve el trabajo para su casa. Cuando todos duermen,
usted puede trabajar a sus anchas.
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Cuarto: Nunca diga no a lo que pidan que haga. Métase en todos
los comités, consejos, comisiones, vaya a todas las reuniones.
¡Demuestre que es el mejor! Métase en todas las Asociaciones a las que
perteneció anteriormente.
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Quinto: Usted es de acero, no tome vacaciones. Ya las tomará
cuando muera. El cementerio es un buen hotel de reposo. No hacen ruido.
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Sexto: Si tiene que viajar por su trabajo, claro está, trabaje
noche y día, ponga cara de angustia, no duerma, grite, trate mal a sus
subalternos. Usted es el jefe, usted manda. Todos sus empleados irán a
su entierro, a constatar ¡que haya quedado bien enterrado!
No lo olvide. |
