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Miércoles, 8 de setiembre de 2004

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Existen numerosos trabajos que contienen consejos, reglas o fórmulas destinadas a enseñar cómo se puede ganar dinero en la ruleta o en la Bolsa de Valores. Recomiendan cosas como “comprar siempre después de dos días de suba” o “hacerlo cuando las noticias son malas para vender, que apenas son buenas”. Sin embargo, muchas investigaciones realizadas durante las últimas décadas enseñan que no es posible vencer al mercado. Se ha procedido a investigar las ganancias o pérdidas obtenidas por diferentes personas que compran y venden según los consejos de esas publicaciones o de su corredor de bolsa. El resultado ha sido que, en promedio, no tuvieron más suerte que si hubieran adquirido una combinación aleatoria de acciones.

Como conclusión, se piensa que si alguien compra un poco de todo lo que hay en oferta hasta lograr una cartera diversificada probablemente obtenga resultados mejores que si
sigue los consejos del corredor, puesto que en este último caso tendrá que pagar mas comisiones, mientras que los resultados no serán, en promedio, mejores que en el mencionado primero.

La conclusión es que como consecuencia del funcionamiento eficiente del mercado las fórmulas no pueden vencer a una cartera de acciones diversificada y seleccionada al
azar. Se conoce como mercado eficiente aquel en el que toda nueva información es conocida rápidamente por los participantes, incorporándose de inmediato sus efectos al precio de las acciones.

Supongamos, por ejemplo, que una empresa acaba de descubrir petróleo en una zona de exploración que tenía asignada, hecho que será anunciado en la mañana del próximo lunes. Sin embargo, no será necesario esperar hasta entonces para ver subir la cotización de sus acciones. Quienes participan en el mercado reaccionarán inmediatamente y presionarán al alza hasta que los papeles alcancen el valor correcto. Es así como, según la teoría de los mercados eficientes, las cotizaciones ya contienen toda la información existente, y que no es posible obtener un beneficio examinando datos antiguos o los patrones que ya han pasados de variación en los precios.

Cuando tratamos de vencer al mercado estamos intentando predecir el futuro. No es de extrañar entonces que las especulaciones bursátiles sean inherentemente poco fiables, desde que se quieren adelantar conocimientos que son impredecibles.

ELVIO BALDINELLI
Colaboración J. NICOLETTI