Una mujer y un hombre
chocan de frente con sus autos. El golpe fue tan fuerte que los vehículos
quedaron
completamente destruidos... pérdida total... pero increíblemente nadie
resultó herido.
Después de salir de los autos la mujer dice:
- Dios mío, fijáte como quedaron
nuestros autos, no quedó nada de ellos y por milagro no tenemos ni un
rasguño... ésta debe de ser una señal divina... para que nos conociéramos,
nos hagamos amigos, y vivamos en paz haciendo el amor por el resto de
nuestros días... ¿qué opinás?
Y el hombre contesta con una sonrisa de oreja a oreja:
- Pero... ¡por supuesto
que si!... estoy completamente de acuerdo, ésta debe de ser una
señal de Dios.
La mujer continuó:
- Y mirá, éste también este es otro milagro, mi auto esta
completamente destruido, pero ésta botella de vino no se quebró ¡está
intacta! seguro que también esto es obra de Dios... ¿quieres que nos
tomemos esta botella de vino y celebremos nuestra encuentro en la vida?...
¿qué dices?
En eso le pasa la botella al hombre, el hombre sonríe feliz indicándole
que efectivamente deben celebrar juntos. Abre la botella, se toma la
mitad de un trago y se la pasa a ella..., ella agarra la botella, la tapa
con el corcho y se la devuelve al hombre. Entonces él pregunta sorprendido:
- ¿No vas a tomar?
Y la mujer responde:
- No... creo que mejor voy a esperar a que llegue la
policía.
Moraleja:
Los hombres son y serán siempre más calientes que inteligentes.