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863 • ESPEJO DE LA NÁUSEA

 

Miércoles, 7 de julio de 2004

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  El dentista toma en su mano el frío y metálico espejito, pide al paciente que abra su boca y éste comienza a sudar. El dichoso espejito es uno de esos elementos que, sin exagerar, a muchas personas les provoca náuseas sólo con verlo. Por eso, los investigadores se preocupan por erradicar este síntoma que impide el trabajo cómodo de los dentistas.

Hacia 1990 los propulsores de la utilización del rayo láser no dudaron en señalar que una de sus cualidades era la de acabar con este desagradable síntoma. Sin embargo, un interesante estudio efectuado en la Universidad de Heidelberg, Alemania, permitió dudar del mecanismo fisiológico provocado para eliminar la náusea, aunque no tanto de la efectividad del método.

Se eligieron 20 pacientes a los que se les aplicó una dosis de láser de tres minutos de duración en el mismo punto del mentón que sirve para los tratamientos de acupuntura, pero sólo a la mitad de ellos se les comunicó para qué podría servir la terapia. Los resultados fueron sorprendentes.

De las diez personas que sabían de qué iba el tema, seis aceptaron que les fuese introducido el molesto espejito hasta un centímetro más adentro de su paladar que antes del disparo de láser. Pero, de los diez restantes, ninguno experimentó cambio alguno. Está claro pues que el factor psicológico es el que ha jugado el papel fundamental, y si bien la aplicación de rayo láser no sirvió para alterar la respuesta refleja ante el espejo, si lo hizo como efecto placebo que eliminó el síntoma en varios casos. Y aunque sólo sea por esta causa, es un remedio que merece ser tenido en cuenta.

Colaboración R. Chisleanschi