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814 • OLIGARQUÍA

 

Sábado, 8 de mayo de 2004

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Aristóteles definió una oligarquía como un sistema político en el que unos pocos eligen las normas para gobernar sobre muchos. Esta fórmula encaja exactamente en la descripción de las elecciones primarias y generales de los Estados Unidos. En el Estado de Nueva York donde sólo 15% de los miembros del partido votaron en las recientes primarias de los Demócratas. John Kerry ganó con el 8% de los Demócratas registrados. En las elecciones generales en noviembre, 25 millones de votantes (de 50 millones) pueden decidir quién gobernará a más de 280 millones de ciudadanos. La gran mayoría de negros, hispanos y obreros pobres no votarán porque perciben que ni el Bush Republicano, ni el Kerry Demócrata hablan de los problemas principales que afectan a sus vidas.

Como Cason y Brooks escribieran en La Jornada (4 de marzo de 2004): la campaña electoral está sobre el terreno y la mayoría de los votantes prefiere a John Kerry porque se percibe capaz de batir a Bush; el reaccionario actual. El odio racional a Bush de muchos votantes americanos tiene, sin embargo, otro lado, una irracional adopción de un Demócrata reaccionario. El senador Kerry, el hombre más adinerado del Senado americano, tiene lazos con la Gran Banca y un registro de votantes que son la envidia de cualquier conservador.

En política extranjera Kerry critica a Bush y Rumsfeld por no enviar suficientes tropas a Irak. Él propone enviar más de 40.000 soldados adicionales para proteger la autoridad de la ocupación colonial americana, su régimen "provisional" títere y los intereses petrolíferos estadounidenses.

Kerry apoya incondicionalmente la guerra de Israel contra los palestinos, el Muro del Apartheid de Sharon y la continuación de la ayuda anual a su ejército de 3 mil millones de dólares.

Kerry ha declarado su apoyo a la mafia de Miami y el bloqueo económico y de viajes a Cuba, a pesar de que grandes empresas, intereses agrícolas y turísticos se oponen a las restricciones de viajes y de comercio impuestas por los Estados Unidos.

Kerry ha sido un partidario vehemente del libre comercio, la OMC y el ALCA a lo largo de sus años en el Senado. Ha apoyado la guerra de la Administración Bush en Irak, Afganistán y su hostilidad a Siria e Irán.

Kerry nunca ha cuestionado el esfuerzo de Bush por derrocar al Presidente Chávez de Venezuela, ni desafió a Bush/Noriega/Reich en los tres años de asedio a Haití (sólo después de la destitución de Aristide y durante la campaña electoral actual ha requerido una "investigación").

Kerry no ha exigido ningún recorte en el hinchado presupuesto militar, ni ha diferido de la postura belicosa de Bush hacia Corea del Norte, ni de las políticas provocativas hacia Rusia (organizando bases militares en los Balcanes, en el Cáucaso y ahora en los países bálticos). Es probable que una Nueva Guerra Fría surgirá, quienquiera que gane las elecciones presidenciales.

En políticas domésticas, John Kerry es conocido como el Senador del "Sí ". Votó por el represivo Decreto Patriótico de Bush, el recorte de impuestos para los ricos, y la des reglamentación del sector financiero.

Kerry se ha negado a apoyar cualquier plan de salud nacional progresista, la legalización de residentes mexicanos, el control del capital especulativo, sustantivos programas económicos para la población negra, fondos públicos para programas de empleo, legislación laboral progresista, o cualquier protección del trabajo. La única propuesta de Kerry en "la reforma laboral" es obligar a la patronal que notifique con tres meses de antelación a los trabajadores que van a ser despedidos.

El remedio propuesto por Kerry para la pérdida de los 3 millones de empleos bajo el mandato de Bush es dar incentivos en materia de impuestos a las grandes empresas para que empleen a trabajadores americanos.

El anterior registro de votantes y el programa electoral actual de John Kerry sugieren fuertemente que él también será un "Presidente de Guerra", quizás con diplomáticos menos abrasivos y consultas más formales con los regímenes europeos. Continuará con el libre mercado, dejando que goteen las políticas económicas promovidas por Clinton, y radicalizadas por Bush

Colaboración Grano de Arena