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679 • UNA MAMÁ |
Miércoles, 3 de diciembre de 2003 |
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Hace unos meses, cuando recogía a los niños
del colegio, otra madre a la cual conocía bastante bien, se me acercó.
Estaba histérica y muy indignada. - ¿Sabés lo que somos? - me preguntó- ¡nada, eso somos! Parece que recién venía de renovar su licencia de conducir en la oficina de tránsito. Cuando la oficial que tomaba los datos, le preguntó cual era su ocupación, ella no supo qué responder. Al percatarse de esto la oficial que tomaba los datos le dijo - A lo que me refiero es a si usted trabaja o no. - Claro que tengo un trabajo - le contestó - soy una mamá. - No ponemos mamá como opción, vamos a ponerle ama de casa - respondió enfática, la oficial.
Había olvidado por completo esta historia hasta que me pasó exactamente lo
mismo, solo que esta vez, en una de las dependencias de la Municipalidad. La
funcionaria era obviamente una mujer de carrera, de mucha postura y tenía un
título despampanante que decía "Interrogadora oficial". Al llegar a casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salieron a recibirme tres de mis asociadas al laboratorio, de 12, 7 y 3 años de edad. Arriba podía escuchar a nuestro nuevo modelo experimental, en el programa de desarrollo infantil (de 11 meses de edad), probando un nuevo programa de patrón en vocalización. ¡Me sentí triunfante... le había ganado a la burocracia!. Había entrado en los registros oficiales como una persona más distinguida e indispensable para la humanidad que sólo "una madre más". La maternidad... que carrera más gloriosa aún cuando no tiene un título en la puerta. | |
Colaboración C Becka |