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663 • CUENTO TRADICIONAL

 

Viernes, 14 de noviembre de 2003

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  Era un pintor de Bretaña, llamado Pitas Payas que se había casado con una joven hermosa y lozana. El pintor debía ausentarse de su casa durante cierto tiempo y para que la joven no cometiera locuras le pintó en el vientre un cordero.

El caso es que Don Pitas Payas se retrasó mucho y estuvo dos años fuera de su casa, de modo que la moza se entretuvo con un amigo y, con el frotamiento, el cordero desapareció. Cuando se tuvo noticia del regreso del pintor, el amante pintó a toda prisa un carnero con dos cuernos bien hermosos. Llegó el pintor y quiso ver su pintura:

- ¿Cómo es eso madona o cómo puede estar, que yo pinte un cordero y encuentro este manjar?.

Su joven esposa le contestó:

- ¿Cómo señor? ¿En dos años un cordero no se puede hacer carnero? Habed venido antes y lo hubieseis encontrado cordero todavía.

ARCIPESTE DE HITA
Colaboración Cayo Mecenas