Siempre se ha
discutido con respecto a qué deseo pediría cada persona si se le otorgara la oportunidad
de cumplirlo. Aquellos más cultos y refinados, sin duda serán capaces de optar por
mejores opciones respecto a los vulgares mortales. Veamos uno de estos casos...
En una famosa Universidad, el Rector, el
Vicerrector y la plana mayor del profesorado estaban discutiendo temas variados durante
una reunión, cuando de repente se les apareció un ángel. Se hizo un gran silencio en la
sala, y el ángel dijo:
- Rector, en recompensa a todos los servicios que has prestado a tus
conciudadanos y a la humanidad, y por tu gran corazón, he sido enviado para concederte un
deseo. Puedes elegir entre la sabiduría absoluta, dinero sin fin o una belleza perfecta
que te hará irresistible a todas las mujeres.
Todos los rostros se volvieron expectantes hacia el Rector para escuchar su decisión...
- ¡Escojo la sabiduría absoluta! - dijo el Rector sin
dudarlo.
Y al tiempo que desaparecía entre una nube de humo, el ángel dijo:
- Tu deseo ha sido concedido...
Pasaron varios minutos de total silencio en la sala. Mudos por la sorpresa, los asistentes
no alcanzaban a reaccionar, hasta que por fin el Vicerrector tomó la palabra y dijo:
- Por favor, señor Rector, ahora que posee usted la sabiduría
absoluta, compártala con nosotros... ¡díganos algo!
Y el Rector respondió:
- Debí haber elegido el dinero...
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