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Los sucesivos conflictos
árabe-israelíes han dado lugar a la existencia de un importante contingente de
palestinos refugiados en su propio territorio o en el extranjero. De los siete millones de
palestinos que viven en el mundo, cuatro millones se encuentran fuera de su tierra. Para
atenderlos, en 1949 se aprobó la creación de la Agencia de Socorro y Trabajos de las
Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que asume competencias en materia
de prestaciones sociales, vivienda, sanidad y educación. El número de palestinos
refugiados registrados por la UNRWA, muchos de ellos sin ningún tipo de documentación,
ha crecido desde los 914.000 de 1950 a los casi cuatro millones. Un tercio de ellos, más
de un millón, viven en 59 campos repartidos entre Jordania, Líbano, Siria, Gaza y
Cisjordania. Además, se estima que existen unos 335.000 desplazados sin registrar.
Registro de refugiados palestinos de la UNWRA (julio 2000):
Territorio |
Registrados |
Campos |
En campos |
Fuera de
campos |
% fuera de
campos |
Jordania |
1.570.192 |
10 |
280.191 |
1.290.001 |
82.16% |
Líbano |
376.472 |
12 |
210.715 |
165.757 |
44.02% |
Siria |
383.199 |
10 |
111.712 |
271.487 |
70.85% |
Cisjordania |
583.009 |
19 |
157.676 |
425.333 |
72.95% |
Gaza |
824.622 |
8 |
451.186 |
373.436 |
45.29% |
Total |
3.737.49 |
59 |
1.211.480 |
2.526.014 |
67.58% |
Casi todos los países receptores han
concedido a los palestinos un estatuto de temporalidad como medida de presión hacia
Israel, lo que les ha convertido en apátridas. Sólo Jordania otorgó la ciudadanía a
los palestinos de Cisjordania, ya que su intención era crear la Gran Jordania
anexionándose ese territorio cuando Israel lo evacuara. Sin embargo, la renuncia de Ammán a Cisjordania en 1988 significó la retirada de los pasaportes jordanos a los
palestinos de ese territorio. Así, la situación de los refugiados varía mucho por
países:
- Líbano: La población y los gobernantes
consideran a los palestinos culpables de la guerra civil (1975-1990) y de la ocupación
israelí del sur del país, lo que se traduce en enormes dificultades para obtener la
residencia y la propia Constitución, aprobada 1990, les prohíbe conseguir la ciudadanía
libanesa. Además, existen restricciones en el tipo de empresa para la que pueden
trabajar, lo que se traduce en una tasa de paro de un 80%.
- Jordania: Es el polo opuesto. Los palestinos
están muy integrados en la sociedad debido a su peso demográfico y a la postura de la
monarquía jordana en el conflicto. A pesar de tener pasaporte jordano, se sienten
discriminados frente a los nativos, que temen que su país se convierta en una Palestina
II. En este sentido, los refugiados han acogido con esperanza la llegada al trono del
príncipe Abdallah, casado con una palestina.
- Siria: Es el caso intermedio: igualdad en el
trabajo y la educación, pero no en los derechos políticos. Además, tienen limitado el
derecho a la propiedad y a la circulación.
- Gaza y Cisjordania: La creación de la
Autoridad Palestina ha beneficiado a este contingente, ya que se ha desviado a la zona
gran parte de los recursos que antes se empleaban en los campos de países colindantes.
Sin embargo, la pobreza y la falta de infraestructuras es acuciante.
- Refugiados de interior: Cuando se hace
referencia a la cuestión de los refugiados, se olvida que también hay palestinos que
viven dentro de las fronteras de Israel un 20% de la población. Son la
descendencia de aquellos que no quisieron irse, un sector que ha sufrido el olvido de la
comunidad internacional y la marginación de las autoridades israelíes. Aunque muchos son
ciudadanos israelíes de pleno derecho, otros son apátridas que se agruparon en aldeas
conocidas como poblados refugio, no reconocidas y que no aparecen en los mapas.
Los principales problemas a los que se enfrentan los
palestinos en el exilio son:
- La obtención de documentos que prueben su estatuto de
refugiado.
- La imposibilidad de regreso para los que huyeron de zonas
incorporadas a Israel (como los palestinos de Líbano que escaparon de Galilea)
- La apuesta del Plan Clinton por la compensación económica
a cambio de la renuncia al regreso para la mayoría de ellos.
- La negativa de los países receptores a asumirlos para
siempre.
El interés de la propia ANP en que los refugiados en zonas
lejanas se queden donde están para no complicar más la difícil situación económica. |