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266 • RUTINA DE HUMOR 14 |
Martes, 23 de julio de 2002 |
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Estaban tres mujeres judias
platicando de como lo tenian sus maridos: - Pues Abraham lo tiene chiquito, arrugadito y un poco oscurito, ¿y
Jacob? -dijo Sarah - Y tu marido ¿como lo tiene? - ¿Que pasó? -le preguntaron sus amigas. En un intento por
"salvar" a la Argentina de esta increíble situación, estaban Alfonsín, Menem,
De la Rúa, Cavallo, Duhalde, hablando a más de un millón de argentinos que estaban
caceroleando en la Plaza de Mayo, cuando de pronto se aparece Jesucristo bajando
lentamente del cielo. Cuando llega al lado de los "próceres", Menem le dice
algo al oído. Entonces Duhalde, dirigiéndose a la multitud dice: Un turista de mediana edad en su primer visita a Amsterdam va
al distrito rojo y entra en un burdel muy grande. La madama le pide que se siente y le
envía a una de sus pupilas jóvenes para entretenerlo. Charlan, chichonean, se acarician,
toman, se ríen y ella se sienta en sus faldas. Él le cuchichea algo en el Viendo esto la madama envía a alguien más experimentado
para entretenerlo. Charlan, chichonean, se acarician, toman, se ríen y ella se sienta en
sus faldas. Él le cuchichea algo en el oído y ella grita: La madama está sorprendida porque este hombre de aspecto tan
común haya pedido algo tan tremendo que dos de sus chicas no quieran tener nada que ver
con él. Decide mandarle a Lola, su pupila más experimentada. Ella nunca ha dicho que no
y no era probable que nada la sorprendiera. Charlan, chichonean, se acarician, toman, se
ríen y ella se sienta en sus faldas. Él le cuchichea algo en el oído y ella grita: La madama está ahora totalmente intrigada, nunca había
visto algo así operando burdeles desde hace tantos años. Hacía mucho que ella misma no
hacía el trabajo en la cama pero estaba segura que siempre le dijo sí a cualquier cosa
que un hombre pudiera pedir. Ella tiene que descubrir qué es lo que hizo que sus chicas
se pusieran tan enojadas. Además, ve una oportunidad de darle una lección a sus pupilas.
Va y le dice que ella es la mejor de la casa. Charlan, chichonean, se acarician, toman, se
ríen y ella se sienta en sus faldas. Él le cuchichea en el oído: James Bond entra a un bar y desde la
puerta ve una morocha espectacular sentada en la barra. Se ubica al lado de la dama, le
lanza una mirada y comienza a conversar con ella. Se presenta: |
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