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235 • DEMANDA A WALL STREET |
Lunes, 10 de junio de 2002 |
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La flor y nata de Wall
Street ha terminado finalmente embadurnada por el escándalo Enron. Los damnificados por
la histórica suspensión de pagos de la compañía energética han ampliado sus demandas
civiles contra las principales firmas de inversión, a las que acusan de participar y
beneficiarse de la oscura trama financiera montada por Enron. Hasta ahora, las acciones judiciales de los afectados (inversores, aseguradoras, trabajadores...) se habían dirigido exclusivamente contra Enron y su auditora, Arthur Andersen. Ambas atraviesan por situaciones financieras difíciles, por lo que las eventuales compensaciones económicas iban a ser muy reducidas. En la denuncia ampliada son citados JP Morgan, Citigroup, Credit Suisse, First Boston, Canadian Imperial Bank, Merrill Lynch, Bank of America, Barclays Bank, Deutsche Bank, además de dos bufetes que trabajaron para Enron y 60 ejecutivos de esta empresa y de la auditora Arthur Andersen que suprimirá 7.000 puestos de trabajo en Estados Unidos para asegurar su supervivencia financiera La demanda involucra a las firmas financieras en la creación de las sociedades de propósito especial (denominadas EPEs). Estas fueron creadas por la empresa energética para sacar activos de balance, maquillar sus pérdidas e inflar su facturación de forma rápida. Los inversores aseguran que los 25.000 millones que han perdido son causa directa de las «transacciones falsas» entre Enron y las firmas de Wall Street. La denuncia asegura que JP Morgan y Citigroup disfrazaron préstamos por valor de 5.300 millones de dólares como transacciones de comodities e intercambios de derivados. Los demandantes quieren demostrar cómo la división de análisis e investigación de los dos grandes bancos colaboró en todo el montaje. Mientras se realizaban las supuestas operaciones sucias, los «respetados» analistas de Wall Street infundían confianza en Enron y recomendaban comprar sus acciones. «En lugar de proteger al público frente al fraude de Enron, los banqueros decidieron, a sabiendas, convertirse en socios de este engaño», señala la demanda. La quiebra del grupo energético sigue arrastrando a quienes hicieron negocios con él. Arthur Andersen anunció ayer que suprimirá cerca de 7.000 empleos, lo que supone el 27% de su plantilla actual en este país. Los recortes, que se producirán en los próximos meses y afectarán principalmente a los servicios administrativos y al sector de auditoría contable, se inscriben dentro del marco del plan de reestructuración puesto en marcha para salvar a Andersen de las consecuencias del caso Enron. |
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JULIO
A. PARRADO |