Don
Santos
Inmigrante bueno que llegara un día
sin otro tesoro que alguna ilusión
desde aquellas playas lejanas de Italia
grabada en el oro de su corazón.
Inmigrante bueno que trajo a esta tierra
la sabia constancia de un mundo mejor
el fuego de Cesar, los versos del Dante
el verbo del grande edil Cicerón.
Pasó por la gama de nuestras labores
en todas bravío su brazo triunfó
mi Patria le debe a él ya su raza
la gloria esplendente que tanto anheló.
Inmigrante bueno, Don Santos Mercuri
esa es mi sencilla, profunda razón
porque yo he querido dedicarle un verso
y llamarle amigo de mi corazón. |
Nicola
La vieja herrería despierta temprano
la fragua y el yunque están de labor
y vuelan sus ruidos por esa comarca
que alumbran los rayos primeros del sol.
Hay limas, garlopas, taladros y mechas
mordiente la sierra, cortante el formón
las rejas melladas recobran su filo
perdido en la tosca de algún albardán.
Herramientas simples, sin alma y sin vida
con cuánta maestría, con cuanto tesón
las usa Nicola, el herrero mozo
que aprendió su oficio de Don Angel Mión. |