ANTERIOR | EL CUENTOMETRO DE MORT CINDER |
SIGUIENTE |
58 • UNA A LA VEZ |
Lunes, 29 de octubre de 2001 |
Al índice |
Cierto día, caminando por la playa reparé en un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez. Tan pronto como me aproximé me di cuenta que lo que el hombre agarraba eran estrellas de mar que las olas habían depositado en la arena, y una a una las arrojaba de nuevo al mar. Lo interrogué sobre lo que estaba haciendo, a lo cual me respondió: -"Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano. Como ves la marea es baja y estas estrellas han quedado en la orilla. Si no las arrojo al mar morirán aquí por falta de oxígeno." -"Entiendo -le dije- pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la
playa. No puedes lanzarlas a todas. ¡ Son demasiadas ! El nativo sonrió, se inclinó, tomó otra estrella marina y mientras la lanzaba al mar me respondió: -"¡¡ Para ésta sí lo tuvo !!" Cada mail de estos es
una estrella que se arroja al mar... |
|
DP |