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Agradezco
ser un animal, porque los hombres han puesto en peligro la supervivencia del planeta.
Agradezco ser hembra, porque el hombre no es el centro del universo, sino apenas un
eslabón más en la cadena de la vida.
Agradezco que me digan que soy irracional, porque la razón ha conducido a los
peores actos de barbarie.
Agradezco no haber inventado la tecnología,
porque la tecnología ha envenenado el agua y el ozono.
Agradezco que me hayan colocado más cerca de la
naturaleza, porque nunca estaré sola.
Agradezco que me hayan confinado al hogar y a la
familia, porque puedo hacer de toda la Tierra mi hogar y mi familia.
Estoy feliz de que me
llamen ama de casa, porque puedo apoderarme de la mía.
Estoy feliz de no ser competitiva, porque entonces seré solidaria.
Estoy feliz de ser el reposo del guerrero, porque puedo cortarle el pelo mientras
duerme.
Estoy feliz de que me hayan excluido del campo de batalla, porque la muerte no me
es indiferente.
Estoy feliz de haber sido excluida del poder porque lejos del poder me alejo de la
ambición y la codicia.
Estoy feliz de que me hayan excluido del arte y la ciencia, porque los puedo
inventar de nuevo.
Me agrada saber que mi cerebro
es más pequeño que el cerebro del hombre, porque entonces mi cerebro cabe en todas
partes.
Me agrada que me digan que carezco de lógica,
porque entonces puedo crear una lógica menos fría y más vital.
Me agrada que me digan que soy vanidosa, porque
puedo mirarme al espejo sin sentirme culpable.
Me agrada que me digan que soy emocional, porque
puedo llorar y reír a gusto.
Me agrada que me digan que soy histérica,
porque entonces puedo lanzar los platos a la cabeza de quien intenta hacerme daño.
Me gusta que me llamen bruja,
porque entonces puedo cambiar la dirección de los vientos a mi favor.
Me gusta que me llamen demonio, porque puedo
quemar el lecho donde me abusan.
Me gusta que me llamen puta, porque entonces
puedo hacer el amor con quien me dé la gana.
Me gusta que me digan débil, porque me
recuerdan que la unión hace la fuerza.
Me gusta que me digan chismosa, porque nada de
lo humano me será ajeno.
Pero lo que más agradezco, lo
que más me agrada, lo que más me gusta y lo que me hace más feliz, es que me digan
loca, porque entonces ninguna libertad me será negada.
Una y mil veces me quemó la Inquisición y
aprendí a nacer de las cenizas.
Me encerraron en un harén y encerrada no dejé
de reír.
Me pusieron un cinturón de castidad y adquirí
las artes de un cerrajero.
Cargué fardos de leña y me hice fuerte.
Me pusieron velos en la cara y aprendí a mirar
sin ser vista.
Me despertaron los niños a medianoche y
aprendí a mantenerme en vigilia.
No me enviaron a la Universidad y aprendí a
pensar por mi cuenta.
Transporté cántaros de agua y supe mantener el
equilibrio.
Me extirparon el clítoris y aprendí a gozar
con todo el cuerpo.
Pasé días bordando y tejiendo y mis manos
aprendieron a ser mas exactas que las de un cirujano.
Segué trigo y coseché maíz, pero me quitaron
la comida y con hambre aprendí a vivir.
Me sacrificaron a los dioses y a los hombres y
volví a vivir.
Me golpearon y perdí los dientes y volví a
vivir.
Me asesinaron y me ultrajaron y volví a vivir.
Me quitaron a mis hijos y en el llanto volví a
la vida.
Con tanta fortaleza
acumulada, con tantas habilidades y destrezas aprendidas, mujer, si lo intentas, puedes
volver el mundo al revés |