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978 • CAMBIO CLIMÁTICO 2

 

Martes, 14 de diciembre de 2004

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Glaciar Upsala, en el mismo mes de 1928 y de 2003

La imagen es elocuente: gran parte de la masa de hielo del glaciar Upsala (en la provincia de Santa Cruz) fotografiada en 1928, ya no existe. De acuerdo a los resultados de las investigaciones realizadas, retrocedió 13,4 km2 en un acelerado proceso de pérdida de hielo ocurrido entre los años 1997 y 2003. Hay que tener en cuenta que 1998 fue el año en el que se registró la temperatura media global más alta que se haya conocido, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Debe haber pocos problemas tan cargados de incertidumbre como el del cambio climático, ese proceso cuyos fantasmas (el derretimiento de los glaciares, el adelgazamiento de los hielos del Ártico, el incremento de las lluvias y huracanes, las olas de calor y las sequías persistentes) desvelan a los científicos e inquietan a funcionarios de todo el mundo.

Tal vez por eso, mientras hay quienes (como Bjorn Lomborg, organizador del Consenso de Copenhague) descreen de las predicciones catastróficas y opinan que los pronósticos negativos que se atribuyen al calentamiento global son exagerados, otros (como el glaciólogo de la Universidad de Pensilvania Richard Alley) advierten que éste podría estar conduciendo el clima hacia cambios abruptos.

Según Alley, la historia climática de la Tierra es profusa en ejemplos de modificaciones súbitas que pueden persistir durante siglos o incluso milenios.

- Nuevas evidencias indican que el calentamiento podría ser más preocupante que nunca: podría estar llevando a la Tierra hacia fluctuaciones repentinas - escribe en el número de noviembre de Scientific American.

Según el científico, los signos de que el planeta ya sufrió procesos drásticos se descubrieron hace más de una década en gigantescos testigos extraídos de los campos de hielo de Groenlandia.

Dado que los científicos pueden estudiar las capas anuales de hielo y averiguar a partir de su composición la temperatura a la que se formaron, estos colosales cilindros de hasta tres kilómetros de largo nos ofrecen precisos registros climáticos de los últimos 110.000 años. Y lo que nos muestran es sugestivo.

- Ese trabajo reveló una larga historia de fluctuaciones salvajes -dice Alley-. El centro de Groenlandia experimentó descensos de temperatura de hasta seis grados en unos años, y la mitad del ascenso que se registró desde la última Edad de Hielo en apenas una década. Es como si Moscú adquiriera súbitamente las temperaturas de Madrid.

Es más, los científicos detectaron por lo menos 20 cambios abruptos del clima. Estas violentas fluctuaciones, según diversas teorías, podrían haber expulsado a los Vikingos, o contribuido al colapso de la cultura maya que, se cree, podría haber sido exterminada hace un milenio por una sequía que duró dos siglos.

- Los incrementos de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero pueden empujar el clima hacia un punto de no retorno - advierte Alley.

Es una hipótesis. Por ahora...

NORA BÄR
Aparecido en Diario La Nación