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531 •  EL GUSANO Y EL ESCARABAJO

Jueves 12 de junio de 2003

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Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.
El escarabajo, sabía que su amigo era muy tranquilo, limitado en movilidad y que tenía una visibilidad muy restringida.
El gusano, sabía que su amigo era de otro ambiente, comía cosas desagradables, era un acelerado, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.
Un día, la compañera del escarabajo cuestionó esa amistad con el gusano:
- ¿Cómo es posible que camines tanto para encontrarte con el gusano?
- Es que él no se puede mover mucho -
respondió
- ¿Por qué seguís siendo amigo de alguien que no te regresa los saludos que le haces desde lejos?
- Es que su visión es mala, a veces ni siquiera sabe que alguien lo saluda y cuando se da cuenta, no distingue que soy yo para contestarme el saludo -dijo tratando de no discutir con su compañera. Así, luego de muchos planteos cuestionándole esa amistad con el gusano, decidió ponerla a prueba alejándose un tiempo esperando que el gusano lo buscara.

Pasó el tiempo. Un día llegó la noticia que el gusano estaba muriendo. El escarabajo decidió ir a verlo y en el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano que, cada día, emprendía el camino para ir a la casa del escarabajo pero la noche lo obligaba a retornar sin lograrlo, por tanto esfuerzo, su frágil organismo se había enfermado. Cuando el escarabajo llegó junto al lecho del gusano, éste con las últimas fuerzas de su vida, le dijo cuánto le alegraba por verlo bien y saber que nada malo le había pasado. Sonrió y luego murió.

El escarabajo avergonzado por haber perdido tantas horas de regocijo en las charlas en compañía de su amigo, entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto, era su amigo, a quien respetaba y quería... no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.

Moraleja:
La amistad está en ti y no en los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

Colaboración Cayo Mecenas