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1215 • LA GUERRA QUE VIENE

 

Jueves, 10 de noviembre de 2005

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Fue necesario ver el rostro enfurecido de los jóvenes hijos de inmigrantes africanos y musulmanes, por la exclusión de que son objeto y advertir la mirada perdida de la desesperanza de quienes incendian hoy Francia, para advertir los más amargos frutos que ese nefasto árbol del neoliberalismo, el cual ha sido abonado con dolor de sus padres sometidos al abuso laboral, y ha sido regado con sudor y lagrimas de generaciones, así todo el eficientismo la avaricia y el utilitarismo nos ha devuelto como el boomerang de equilibrio, la revuelta de revancha de quienes con su actuar están enviando un mensaje claro, no sólo a Francia, no sólo a Europa, sino al Mundo, de que ¡ya basta!.

¿Cómo empezó todo? La versión oficial dice así: La violencia se inició el pasado 27 de octubre, cuando dos adolescentes de origen africano Bouna Traore, de 15 años y Zyed Benna, de 17, murieron electrocutados cuando, al parecer, escapaban de la policía que los perseguía para arrestarlos, luego de algunos desórdenes. El hecho provocó un estallido entre las empobrecidas comunidades de origen extranjero en París y se ha extendido por el resto del país.

El factor humano: Bien a bien los sicólogos sociales no sabrán si el detonador de los disturbios que hoy sacuden a Francia se originaron de las torpes declaraciones del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, quien al inicio de la revuelta llamo a los jóvenes escoria, o el detonador social fue efectivamente la muerte de los dos muchachos antes referida. Lo cierto es que se ha dado en el lugar un cóctel mas que peligroso que no es diferente al de otras partes del mundo en donde la acumulación de unos cuantos ha sumido en la miseria a muchos.

¿Qué hay hasta hoy? Lo que sucede en Francia rebasa cualquier expectativa de revuelta aislada y se estructura en un movimiento que da que pensar, la razón es que si es espontáneo es sintomático de que hay algo que no ha funcionado en la sociedad francesa para integrar a quienes son miembros de su comunidad por nacionalidad ganada por nacimiento o adopción y si es orquestado peor algunas sugerencias oficiales consideran que líderes religiosos islámicos podrían estar detrás de los disturbios, una de las mayores organizaciones de esa confesión en Francia, la Unión de Organizaciones Islámicas, emitió un decreto (fatwa) en el que llama a los jóvenes a "apaciguar su cólera".

La persistencia de los motines y la imposibilidad de controlar la situación llevó a la prensa europea y a la misma Agencia Francesa de Prensa, AFP, a comparar la crisis de los suburbios con el movimiento estudiantil de mayo de 1968 y con una intifada (levantamiento) como las ocurridas en Palestina. Pero todavía más que eso, uno de los sindicatos policiales de Francia, Action Police, señaló que "los hechos por los que pasamos ahora no tienen precedente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial".

¿Qué esta por venir? Si creemos reconocer este cuadro podremos suponerlo... Jóvenes desempleados sin oportunidades de estudio, hacinados en lugares en donde lo único que les acompaña es la desesperanza, traicionados por el país que los margina y les cancela la posibilidad de vivir una vida digna, han sentido que pueden tener el control de algo, de la noche en este caso y le infringen a sus propios vecinos el daño de privarles de su vehículo quemándolo, solo para protestar y dejar oír así su voz a la autoridad que no atiende, la voz que acalla una realidad de dolor y desesperanza que les impone una policía de mano dura, que se alejó de ellos dejando de ser la policía del barrio y regresa a reprimir.

Sume a eso las drogas y las aspiraciones de una sociedad de consumo a la que no pueden acceder por el bloqueo de las dos llaves maestras, el estudio y el trabajo y tendrá solo una cosa: Frustación, estimo que es este combustible y no la gasolina lo que incendia a Francia y esta propagándose a Alemania y Bélgica de momento, sigo creyendo que esta realidad aun a distancia, puede enseñarnos que no es cerrándole a la juventud los caminos de esperanza y de progreso, como el eficientismo neoliberal ha pregonado, que se lograra la vida en armonía, porque el futuro o es de todos o no será de nadie esto ya no son palabras solamente porque si Paris ha sido llamada en el pasado La Ciudad Luz hoy cuando arde Paris, debemos estar atentos a la lección antes de padecerla.

G. ARTURO LIMÓN D.
Dr en Pscicología de la UNAM - Profesor investigador de la UPN - México
Colaboración Grano de Arena