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1121 • 3 CUENTOS BREVES

 

Viernes, 1 de julio de 2005

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  POLEMISTAS

Varios gauchos en la pulpería conversan sobre temas de escritura y de fonética. El santiagueño Albarracín no sabe leer ni escribir, pero supone que Cabrera ignora su analfabetismo; afirma que la palabra trara (trípode hierro) no puede escribirse. Crisanto Cabrera, también analfabeto, sostiene que todo lo que se habla puede ser escrito.
- Pago la copa para todos - le dice el santiagueño - si escribe trara.
- Se la juego - contesta Cabrera.

Saca el cuchillo y con la punta traza unos garabatos en el piso de tierra. De atrás se asoma el viejo Álvarez, mira el suelo y sentencia:
- Clarito, trara.


LAS GAFAS

Tengo gafas para ver verdades. Como no tengo costumbre no las uso nunca.

Sólo una vez... Mi mujer dormía a mi lado. Puestas las gafas, la miré. La calavera del esqueleto que yacía debajo de las sabanas roncaba a mi lado, junto a mí. El hueso redondo sobre la almohada tenía los cabellos de mi mujer, con los rulos de mi mujer. Los dientes descarnados que mordían el aire a cada ronquido, tenían la prótesis de platino de mi mujer. Acaricié los cabellos y palpé el hueso procurando no entrar en las cuencas de los ojos: no cabía duda, aquello era mi mujer. Dejé las gafas, me levanté, y estuve paseando hasta que el sueño me rindió y me volvió a la cama. Desde entonces, pienso mucho en las cosas de la vida y de la muerte.

Amo a mi mujer, pero si fuera más joven me metería a monje.


HISTORIA DEL JOVEN CELOSO

Había una vez un joven que estaba muy celoso de una muchacha bastante voluble. Un día le dijo:
- Tus ojos miran a todo el mundo.

Entonces, le arrancó los ojos. Después le dijo:
- Con tus manos puedes hacer gestos de invitación.

Y le cortó las manos.
Todavía puede hablar con otros”, pensó. Y le extirpó la lengua.

Luego, para impedirle sonreír a los eventuales admiradores, le arrancó todos los dientes. Por último, le cortó las piernas.
De este modo -se dijo- estaré más tranquilo”.

Solamente entonces pudo dejar sin vigilancia a la joven muchacha que amaba.
Ella es fea - pensaba - pero al menos será mía hasta la muerte”.

Un día volvió a la casa y no encontró a la muchacha: había desaparecido, raptada por un exhibidor de fenómenos

Polemistas - LUIS ANTUÑANO
Las Gafas - MATÍAS GARCÍA MEGÍAS
Historia del Joven Celoso - HENRI PIERRE CAMI