TE QUIERE COMO AMIGO

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Sábado, 29 de diciembre de 2001

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	Hasta ahora pensaba que la peor frase que te puede decir una mina es: - Tenemos que hablar... Pero no, nada que ver, la peor frase que te puede decir es: - Yo también te quiero...pero sólo como amigo. Eso significa que para ella sos el más simpático del mundo; el que mejor la escucha; el que más sabe de su vida y de sus más íntimos secretos... pero que con vos... no va a salir nunca. Va a salir con un impresentable, un boludazo que sólo quiere acostarse con ella. Eso sí, cuando el otro se mande una cagada, ella te va a llamar para pedirte consejo. Es como si fueras a buscar trabajo y te dicen: - Señor Fernández, es usted la persona idónea para el puesto, el que mejor currículum tiene, el mas preparado... pero no lo vamos a contratar. Vamos a tomar a un incompetente. Eso sí, cuando él se mande una cagada, ¿lo podríamos llamar a usted para que nos saque del quilombo? Me pregunto: ¿que carajo hice mal? Fuimos al cine, nos matamos de risa, pasamos horas tomando café... ¿A partir de que café nos hicimos amigos? ¿Del quinto, del sexto? Mierda, eso se avisa, ¡un café menos y ahora lo estaríamos haciendo...! Para ellas un amigo se rige por las mismas normas que un tampón: porque podés ir a la pileta con él, andar a caballo, bailar... lo único que no podés hacer con él es tener relaciones sexuales. Es que si lo pensás fríamente... si para una mina considerarte "su amigo" consiste en arruinar tu vida sexual, ¿que hará con "sus enemigos"? A mí me parece muy bien que seamos amigos, lo que no entiendo es por que no podemos "hacerlo como amigos". Yo creo que la amistad entre hombre y mujer no existe, porque si existiera, se sabría. Lo que ocurre es que cuando ella te dice que te quiere sólo como amigo, para ella significa eso y punto. Pero para vos no. Para vos significa que si una noche estás en la playa, ella se pone en pedo, hay luna llena, se han alineado los planetas y hay meteoritos que amenazan la Tierra... a lo mejor conseguís echarle un polvo... Por eso te la bancás, porque nunca perdés las esperanzas. ¿Que se ponga a salir con Juan? Bah! ya van a cortar... cuando lo hace, vos atacás con la técnica de "consolador": "No llores, el Juan ese es un pelotudo. Te merecés algo mejor, un tipo que te comprenda, un tipo que sepa estar ahí cuando lo necesitás... que sea bajito, que sea moreno, que no tenga mucha pinta, que se llame José... como yo..." Al menos, siendo amigo podés meter cizaña para eliminar competencia. Es la técnica del "gusano miserable". Cuando ella te dice: - Ay, que fuerte que está Pedro, ¿no? - ¿Pedro? Tiene facha, si... un poco bizco. - No es bizco, lo que pasa es que tiene una mirada muy tierna. - Si, en eso tenés razón, me fije el otro día, cuando la miraba a Sandra. - No la miraba a ella, me miraba a mí. - ¿Ves que es bizco? El colmo es que las minas consideran que tienen una relación "super especial" con un tipo cuando pueden dormir con él en la misma cama y no pase nada. Pero bueno, lo super especial, ¿no sería si pasara algo? ¿Aunque sea una tiradita de goma? Un día, después de una fiesta, te quedás ayudándola a levantar todo, como hacés siempre, y cuando terminás, ella dice: - Uy, es retarde, ¿por que no te quedas a dormir? - ¿Y donde duermo? - Y... ¡en mi cama boludo! Y te empiezan a temblar las piernas: ¡Listo! Esta es mi noche, se han alineado los planetas! Al rato te das cuenta de que no son precisamente los planetas lo que se ha alineado, porque ella, como son amigos, con toda la confianza, se queda en remera y bombacha y vos, visto lo visto pensás: "Me voy a tener que quedar en calzoncillos... con la alineación de planetas que llevo encima... ¡la reputa que lo parió!". Así que te metés en la cama de un salto y para que no se te note la carpa, doblás las rodillas para disimular. Ella se mete, te pega el culo y te dice: - Hasta mañana... ¡¡¡¡Y se duerme!!!!... Pero... ¿como mierda se pudo dormir tan rápido?... ¿pero esta mina no reza... ni nada?. ¡Estás acostado con la mina que te gusta! Al principio no te atrevés a moverte, para no tocar nada. Sabés que si en ese momento hicieran un concurso, nadie podría ganarte: sos el tipo con la mayor calentura del mundo. ¡Y que larga se te hace la noche!. Te vienen a la cabeza un montón de preguntas: "Tocar una teta con el hombro ¿será de mal amigo?" ,"¿Y si es la teta la que me toca a mí?". Después de muchas horas ya sólo te hacés una pregunta: ¿Seré realmente un pelotudo? No podés creer que estés en la misma cama y no vaya a pasar nada. Confíás que en cualquier momento se dé vuelta y te diga: "Vení tonto, que ya sufriste bastante, ¡hacéme tuya!". Pero no, a las minas nunca les parece que hayas sufrido bastante. Y mira que sufrís... Porque tenés toda la sangre del cuerpo acumulada ahí abajo. Se han dado casos de hombres que han llegado a reventar. Pero ahí no termina tu humillación. A las siete de la mañana suena el timbre de la puerta: - Ay, ¡es Juan! - ¿Juan? ¿Pero no lo habías dejado? - Después te cuento, ahora estoy apurada. Me olvidé decirte que iba a traer a su perro, porque... como nos vamos a la costa... yo le dije que el perro mejor que con vos no iba a quedar con nadie... ¡vos sos un amigo!... tenés mala cara, ¿dormiste bien? Te quedas mirándola fijo, con el asunto a media asta y por tu cabeza se te cruzan las 1001 puteadas, y las 101 posiciones que podrían haber practicado esa noche. Y ahí nomás te quedás con el perro, que ese sí, es el mejor amigo del hombre.

DP