EL CUENTOMETRO DE MORT CINDER

SIGUIENTE

1016 • PRAGMATISMO

Viernes, 4 de febrero de 2005

Al índice

Durante los 60 y los 70 al menos Cuba, con su postura frente a la prepotencia capitalista y la soviética, marcó rumbos en un continente que volvía a desperezarse luego de mas de centuria y media de adormecimiento. También lo hicieron algunos conflictos que se venían arrastrando de los cincuentas como los temas Centroamericanos o aquellos en "lejanas tierras" de África: Lumumba mártir y el inicio del suplicio del hoy Premio Nobel Mandela.

También Vietnam, e intervenciones urbe et orbi, donde los gendarmes mundiales del capitalismo aprendieron que los pequeños ejércitos de pequeños países podían ser superados por unos pocos barbudos harapientos fieles a un ideal y con líderes preclaros; que Cuba no debería repetirse; que Ernesto "Che" Guevara no podía vivir; que tenía que ser ejemplo para propios "¡esto les va a pasar a todos si siguen en la misma!" y para los uniformados "¿ven? así se hace".

La Escuela de las Américas llamó a nuevos cursos, amplió sus plantillas de alumnos y se generaron decenas de Danes Mitriones que enseñaron como se defiende la Democracia capitalista. Pero en Chile ganó Allende. ¡My God! ¡Socialistas en el gobierno! (no en el poder) y no por golpes armados como los sucios castro-comunistas, sino en elecciones libres, al mejor estilo del american way of life.

Y luego ya sabemos: Pinochet caminando sobre montañas de traición y cadáveres, planes cóndor, terrorismo de estado, secuestros, en fin, un desastre. Como respuesta a los excesos izquierdistas, las dictaduras militares crecieron como hongos en Latinoamérica. Siguieron años de terror, silencio, sangre, cementerios. Pero los que quedaron desacreditados fueron los uniformados y su capacidad de liderazgo político. No haya engaño, no fueron dictaduras solo militares, fueron cívico-militares, y esto explica por que los civiles que se encuentran actualmente en sectores influyentes del poder político, en aras de quien sabe que pactos mefistofélicos, cuidan a los pecadores para que no aparezcan en la superficie sus propios pecados. Igual esos "malos Europeos y peores americanos", como decía nuestro General José Artigas, que hoy son malos americanos y peores latinoamericanos, deben ser sancionados algún día.

Luego en los 80 y los 90 el imperio manda cambiar rumbos. Las cosas no resultan como se esperaba. La Doctrina de Seguridad Nacional no funciona. Así que los militares deben dejar el poder. Pero se fueron las dictaduras cívico-militares y llegó el neoliberalismo. Y con él Menem, Carlos Andrés Pérez, Sanguinetti, Lacalle, etc. etc. e incluso seres como Pinochet siguieron con poder y vigencia.

Y con ellos se da por sentado que el Estado es un desastre manejando los asuntos públicos y sus propias empresas. Entonces hay que rematar todo al mejor postor, recibir con aplausos el poderoso mercado libre y a lo privado. ¡Es fácil!: se hace crecer la torta y cuando la comida rebase los tarros, los pobres podrán comer mas sobras... ¿Es necesario decir los resultados?... los estamos sufriendo.

Y en el nuevo milenio el imperio recapacita, mira hacia atrás, piensa: Las violaciones groseras y las manipulaciones de las democracias en los sesentas y setentas, las impresentables entregas al capital internacional de los bienes de las naciones en los ochentas y noventas, las falsedades, las verdaderas intenciones, todas han quedado al descubierto. Se dicen: Es verdad que logramos ganancias excelentes, pero ahora tenemos millones de desempleados, millones de pobres, millones de indigentes, ricos cada vez mas ricos, y una bronca continental impresionante, un polvorín a punto de explotar. ¿Y esto que nos ha traído?: Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Kirchner en Argentina, Tabaré Vázquez en Uruguay, etc. etc. ¡Oh God!, ¿como encarar este problema continental?.

LA FORMA

Estos macabros cerebros internacionales han procesado las experiencias y sus resultados. Lo hacen sutilmente. Como todas las cosas geniales, es asunto es simple: seamos pragmáticos, creemos un culto al pragmatismo.

Para empezar, vean el fenómeno Chile. Le llaman pragmáticos a los socialistas chilenos. De Pinochet a Lagos (¿agua y aceite?) sin dramas, pese a los antecedentes y las deudas de los fascistas con la sociedad. Parecen coexistir. Chile tiene un gobierno Socialista, votado por el pueblo. Pero:¿es socialista?. Creo que ni cerca. ¿Y Revolucionario? Menos.

Y en Brasil gana un obrero metalúrgico, que también se dice socialista, y en este caso vinculado con la izquierda radical, no con el marxismo dialéctico clásico. Y que tenemos en la práctica:¿problemas en la transición entre Fernando Enrique y Lula? No. Lula también es "pragmático".

Y en Argentina el presidente Kirchner, tan explosivo en sus declaraciones, ¿rompe con el FMI?, ¿se enfrenta a los capitales imperiales internacionales? No, pura alharaca, pura "fofoca" dirían los hermanos brasileros.

Y en Uruguay el Frente Amplio, Encuentro Progresista, Nueva Mayoría. Con cada nombre alejándose mas de los principios fundacionales, aquellos que buscaban con sacrificios increíbles, la creación de una Democracia Avanzada, preámbulo de una Democracia Socialista, cimientos de un verdadero cambio revolucionario en nuestra sociedad. Con el avance de los nombres, el movimiento imparable de las izquierdas que supero el 50% de los votos y ganó en primera vuelta pese a todas las trampas (¡marxistas al poder por vía del voto nuevamente! ¡My god, I can´t beleeved!) - ha mojado su pólvora dialéctica revolucionaria. Se ha pragmatizado.

¿Qué están dando o van a dar más a los pobres? Si, es cierto, es parte de la enseñanza de los disparates de los treinta años anteriores. Las fuerzas mundiales que manejan nuestras vidas aprendieron bien que a los pobres los tienen que tener digamos... menos pobres. Entiéndase: siempre pobres, pero menos. Así no generan demasiados problemas, disminuyen las protestas, se evita la represión. Los poderosos lucran un poco menos, pero mucho mas tranquilos.

¿Quiénes están detrás de estos asuntos? Los grandes medios masivos de comunicación, las cúpulas empresariales internacionales, las políticas aduaneras mundiales, etc. El poder político económico mundial, pues. Ahora el peor enemigo de la revolución es el pragmatismo, que retarda, aleja, entierra los antiguos ideales de reales cambios y justicia social.

¿Marx? Ya es historia antigua, obsoleto. ¿Lenin? ¿Quién era ese? ¿La Union Sovietica? Me suena, me suena. ¿China comunista? ¿Es la China de Mao? ¿Es la China por la que murieron millones en la gran marcha? Pues parecería que tampoco. China hoy por hoy tiene un gobierno pragmático. Vemos a sus dirigentes con buenos trajes, corbata y pelo teñido, sentados en grandes mesas de madera pulida, haciendo negocios. Bussines are bussines, my friend, no importa el idioma. ¿Y aquel típico uniforme de Mao?: Solo para actos oficiales.

CONCLUYENDO:

Ahora están las ideas revolucionarias y... ¡abracadabra!, ahora no están, y lo genial es que todos seguimos moviendo las banderitas como imbéciles adormecidos. Ahora tenemos pragmatismo. ¡All togueder now!

Seguramente esto resulta del aprendizaje que los centros de poder mundial supieron atesorar en la historia. Por ejemplo el caso de la revolución mexicana, donde la burguesía de ese país a principios del siglo XX, asesinó a los verdaderos dirigentes revolucionarios, y siguió ochenta años levantando las banderas de Zapata y Villa, junto con las masas campesinas, revolucionarias, convencidas y domesticadas, sin ver que eran traicionados. Lo supieron hacer bien.

Voy para los sesenta años, y creo que con nuestra generación murió el verdadero sueño de un mundo mejor, de una verdadera revolución, una tierra sin explotados ni explotadores. Aquellos sueños revolucionarios, aquellas utopías por las que tantos quedaron por el camino. Y lo dicho no quiere decir tiros, muertes, movimientos de pólvora y plomo, la hora de los hornos, la cara del Che muerto con los ojos abiertos cual un Cristo. No. Quiere decir cambios verdaderos, no retoques o gobiernos que devienen en reformistas.

Creo que la idea fuerte hoy, viene siendo que puede haber un mundo mejor, pero no como esperábamos, sino como ellos nos llevan a tenerlo. Parecido a que si a los negros esclavos en vez de hacerlos marcar el paso a fuerza de cepos, látigo y horca, encontráramos la manera de que siguieran esclavizados, pero convencidos de que son libres. Es fácil de razonar y difícil de aplicar, pero funciona y esta en plena acción. Y a las fuerzas armadas mantenerlas, "por si las moscas", porque movilizar los marines resulta mucho mas caro y esta mal visto en la ONU.

Por eso los sueños revolucionarios hoy solo están en los libros. El manejo de los países es pragmático. Rusia es pragmática, China es pragmática, los gobiernos "de izquierda" elegidos democráticamente toman caminos pragmáticos. ¿Le temen a algo? ¿Olvidaron el camino real? ¿Olvidaron nuestras viejas utopías? O será que no han razonado sus acciones.

Creo que hay grandes equipos de sociólogos, psicólogos de masas, etc. etc. que nos llevan como a un burro con la zanahoria a su frente. Así nos hacen avanzar. Todos estamos seguros que somos menos esclavos. Todos gritamos consignas, glorificamos los cambios y seguimos con nuestros dirigentes el camino pragmático, menos conflictivo con los grandes intereses internacionales... pero que da la espalda a los viejos y verdaderos ideales revolucionarios...

Solo Cuba resiste aunque hace concesiones pequeñas. Diría Fidel: "Un poquitico de pragmatismo, chico, no te me enojes vale". Estoy seguro que sabe muy bien lo que esta haciendo, como lo está haciendo, y por donde "viene la verdadera mano". El compañero comandante tiene bien clara la película, hace pequeñas concesiones a la espera de cambios geopolíticos. Prepara nuevas generaciones. Sabe que su tiempo mortal se acaba, por eso cuida y enseña a cuidar la semilla original, la verdadera, la revolucionaria, aquella por la que murió el Che.

¿Sabe que? Mientras usted deglute lo leído, yo voy a desempolvar a los iniciadores de las ideas revolucionarias, volveré a Marx, a Lenin, a Engel, a Trostky, a Rosa Luxemburgo, y a los nuestros, Che, Castro, Arismendi y tantos otros. Todo lo que encuentre etiquetado como obsoleto veré de soplarle el polvo, y buscaré de nuevo, porque seguramente hay algo que pasamos por alto. No me preocupa tanto saber en que momento nos equivocamos y permitimos que nos hicieran mirar fijo la galera. Lo que mas me interesa es entender en que momento nos gritaron "¡Abracadabra!" y nos hipnotizaron, dejándonos con las ideas de la revolución, pero pragmatizando. Y no olvide: pragmatizar no sale gratis. Ser pragmático tiene su precio, y no es barato, va a costar mucho a los pueblos.

Seria bueno tener aquella espada que consultaban unos gatos extraterrestres, en unos dibujitos de la TV que les permitía ver "mas allá de lo aparente", ¿la recuerdan? Bueno, la espada esa no existe, pero nuestra capacidad de entender y nuestro intelecto si, así que tenemos que ponerlos a trabajar. Porque dándonos cuenta o no, nos están vendiendo gato por liebre, che.

SENÉN RODRÍGUEZ PERINI
Extracto de Ensayo sobre Pragmatismo - Dic 2004